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XALAPA, Ver., 2 de noviembre de 2014. Lo que debería ser un sano hábito, se convierte en enfermedades que pueden ser muy graves y acabar con la dentadura sana que sólo requería ser cepillada de manera correcta tres veces al día, mientras que actualmente el 30 por ciento de la población no se cepilla los dientes, no por días o semanas, sino por meses.
Lo anterior fue dado a conocer por la doctora María Teresa Paniagua encargada de la campaña de salud bucal, quien agregó que los responsables de la salud bucal, son los padres ya que si los niños no ven la cultura de la limpieza en la boca, no lo harán, si desde pequeños sus padres no los llevan por lo menos dos veces al año al dentista, de adultos difícilmente lo harán.
Resaltó que las personas acuden por atención médica cuando los daños ya son graves, registrando severas infecciones en las encías, dientes flojos a punto de caerse, abscesos en caries tipo cuatro –derivadas de la falta de higiene- y las menos graves gingivitis y enfermedad periodontal –que es cuando el diente se debilita, cambia de color y la encía se hincha-.
Aunque los servicios de salud en la materia están disponibles, las cifras de afectaciones de enfermedades bucales se reduciría de manera considerable si la población hiciera del cepillado diario, uso de hilo dental y visita dos veces al año al dentista, un hábito transmitido a las nuevas generaciones.
El rango de edades que se presentan con mayor grado de enfermedades bucales por no asearse la boca son de los treinta y cinco a los cincuenta y cinco años, según explico la doctora Paniagua, un factor que influye es que se encuentran en edad productiva por lo que las ocupaciones y la presión laboral hace a un lado la necesidad de lavarse la boca.
Finalizó al recalcar que el cepillo dental debe ser de cerdas medias, cambiarlo cada tres meses, usar hilo dental, acudir dos veces al año al dentista sino quieren perder la dentadura a temprana edad a consecuencia de la falta de higiene “debemos lavarlos hoy, para tenerlos en el futuro” concluyó.