Ratifica confesión presunto asesino de joven boqueña; Mortera, cómplice

VERACRUZ, Ver., 13 de mayo de 2015.- A la joven estudiante de la Universidad del Valle de México (UVM), la asesinaron sus captores debido al escándalo que se había hecho en redes sociales tras su desaparición, el 6 de mayo, en el bulevar costero de Boca del Río, declaró Agni Tonatiuh García Albuerne, quien aseguró que su pareja sentimental, Rosa Ileana Mortera Trolle, siempre estuvo al tanto del secuestro de la estudiante.

García Albuerne fue el tercer detenido en pasar a la Mesa Segunda a declarar ante las autoridades competentes, ahí, ante reporteros, se leyó parte de su declaración ministerial en la cual relata como dieron muerte a la jovencita.

Según sus dichos, la intención de él y sus cómplices, Jonhy Ruiz Inclán y Jesús Eduardo Castellanos, alias el Camisa, y Pedro, alias el Yuca, era secuestrar a una mujer, sin embargo, debido a que la víctima se dio cuenta del intento de secuestro, decidieron desistir y se fueron con rumbo al Fraccionamiento Costa de Oro.

Ya en esa zona, vieron a la joven estudiante, minutos después de salir a correr al bulevar costero, y decidieron plagiarla, al azar, sólo porque sospecharon que era una persona pudiente.
El declarante dijo que había llamado a Ileana Mortera Trolle para explicarle que no habían podido secuestrar a la primera víctima pero que se habían llevado a una jovencita, lo que ella aprobó y le pidió que se cuidara.

Ileana, luego de un rato, le dio más detalles de la estudiante pues su hija y la víctima eran contactos en Instagram. Les dijo que los abuelos tenían un restaurante por lo que debían tener recursos.

Por su parte, Ileana Mortera Trolle, también implicada en estos hechos, reconoció una relación sentimental con Agni Tonatiuh García Albuerne.

Relató que la relación entre ellos inició hace casi tres años, a escondidas, dado a que los dos son casados, pero que él no vive ya con su esposa, “a partir de esa fecha nos frecuentábamos más, viéndonos cada 15 días, hasta que me fui a vivir a San Pedro Cholula, Puebla, dejándonos pero seguíamos teniendo contacto vía telefónica”.

Ante la juez, en la Mesa Segunda, admitió que sospechaba que su amante García Albuerne andaba en malos pasos, pues sin tener trabajo se daba ciertos lujos.

“Siempre me extrañó que se comprara un Jetta, el cual a mí me decía que estaba a nombre de su mamá; sin embargo, yo siempre le vi tanto ropa como perfumes de marca que a mí se me hacía raro, que a pesar de que en ese momento no tuviera trabajo, se diera esos lujos, y siempre se excusaba que su mamá se los daba o se excusaba que su mamá le daba algunas guardias en el hospital donde trabaja”.

La inculpada aseguró que seguido le pedía informes sobre sus amistades, sobre todo las que tenían recursos, con preguntas sobre si eran solventes y si iban de viaje al extranjero, entre otras cosas.