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XALAPA, Ver., 25 de mayo de 2015.- Es necesario que el sistema de justicia para adolescentes en México sea lo más severo posible, porque son personas sujetas de responsabilidad penal y deben tener claridad de lo que significa quitarle la vida a alguien, manifestó Luis González Placencia.
En entrevista exclusiva para Conexión Veracruz, indicó que el asesinato del niño de 6 años a manos de un grupo de adolescentes en Chihuahua fue un caso que conmocionó a toda la sociedad, pues además hubo tortura y colocaron un animal muerto sobre el cuerpo para ocultarlo.
Mencionó que aunque en 2005 se reformó la Constitución para crear un sistema de justicia especial para los adolescentes, en este tipo de delitos el sistema no puede hacer mucho, pues a deferencia del sistema penal para adultos, las penas dictadas contra los jóvenes son menos severas en intensidad y en tiempo.
En este sentido, indicó que para delitos como éstos en el sistema de los adultos las penas serían de más de 60 años, pero en el caso de estos jóvenes las penas alcanzarían los 15 años.
Refirió que 15 años parecen poco para castigar este hecho, en proporción con la saña con la que se cometió, y que incluso debido a la lógica con la que funciona el sistema, estos chicos podrían salir pronto. “Si no me equivoco hay uno que no puede ser sujeto de internamiento, pues tiene 13, y sólo es posible a partir de los 14, como lo marca la Constitución”.
Sin embargo, aseveró, hay algo más detrás de todo esto: “Estos niños, aunque es difícil de aceptar, también son víctimas de una circunstancia social de violencia en todos los niveles. El estado de Chihuahua es uno de los estados donde más violencia se ha vivido, no sólo la del narcotráfico, sino la que no se ve y que lacera, como una situación económica deprimida, la falta de oportunidades escolares y expectativas en términos generales”.
“Podríamos hablar de una especie de relajación del umbral de tolerancia moral de una sociedad que permitió que mataran animalitos en el pasado y amedrentaran a sus vecinos sin que hubiera alguna reacción que pusiera límites al comportamiento de estos jóvenes.