Narcolepsia legislativa

No recuerdo un Congreso como el de la LXIII Legislatura tan dinámico por todas sus fracciones. Lo mismo se da a conocer una propuesta de Cuauhtémoc Pola Estrada, del MC; que la demanda del diputado Edgar Hugo Fernández Bernal (PAN) porque la empresa Odebrecht precise su trabajo en el río La Antigua; igual hay propuestas del PRI, como del Verde y actividad al por mayor de Nueva Alianza… vamos, en pocas palabras, se ve un congreso ahora sí, plural, a donde a todos se les está dando juego por una simple razón: porque están participando.

Hay que resaltar también algo: Ya el trabajo del diputado no se concentra en el Palacio de Encanto o en su mero distrito… los diputados están saliendo al punto del conflicto, como fue el caso citado líneas arribas donde no sólo estuvo en Tuzapaman Fernández Bernal, sino también Carlos Ernesto Hernández Hernández, Fidel Robles Guadarrama y “Míster Increíble” Adolfo Ramírez Arana.

Y por si fuera poco, llevan los conflictos al recinto legislativo, pero no en intención de hacer una arena pugilística o parecido… no… sino con la idea de mediar y resolver el conflicto, siendo el caso más reciente el de Los Reyes, donde su palacio municipal estaba tomado y no había sido posible que se asentaran las nuevas autoridades.

¡Vamos! Para que el secretario de Gobierno, Erick Lagos haya incluso estado presente en esta serie de diálogos, concertaciones y soluciones, es porque hoy por hoy, los diputados pareciera que tienen toda la intención de sacudirse esa imagen de “levantadedos”.

Sí, es un buen avance y falta mucho por hacer.

Pero resulta harto agradable que diputados como Ciro Félix Porras nos den una cachetada con guante blanco y presenten iniciativas con carácter social en sectores sensibles, vulnerables, lastimados, como son los pensionados. O qué decir de la propuesta de Cuauhtémoc Pola Estrada para que por Ley, tanto ancianos como estudiantes tengan un descuento en su boleto de servicio urbano… sentido social, sensibilidad…

Insisto, el Congreso local de Veracruz intenta ser o hacer que cada uno de los miembros que lo integran, sean auténticos representantes populares…

Desconozco si esta dinámica legislativa sea por agenda común entre el maestro Callejas Arroyo y las demás cabezas de bancada o sea por “motu proprio” de cada diputado a quienes les está cayendo el veinte de que esto debe de ser así, de pensar en el ciudadano, en su interés común, simple y sencillo como es su vida diaria…

Bien podría llevarse el Congreso local una calificación excelente por su labor que va “in crescendo”… pero… ¿qué sería de nosotros los criticones si no hubiera “pero”?

Imagine el lector que tiene en su mesa la sopa más deliciosa que está a punto de comer. Un aroma que envuelve su paladar; una temperatura ideal que ni quema; su contenido, en la cocción exacta… mete la cuchara y en ese momento, una cucaracha cae en su sopa… no sé usted, pero yo retiro el plato…

Pues así ocurre con el Congreso… ¡le cayó una cucaracha… o cucarachota!

Circula por las redes sociales la foto de un diputado local que a todas luces está durmiendo. Al menos eso aparenta.

Esa imagen puede echar abajo todo ese enorme esfuerzo de cada uno de los diputados por enaltecer este oficio tan vilipendiado por la sociedad.

Recuerdo el caso de Jesús Moreno Frías, en ese entonces, diputado del PAN. No tengo la certeza pero es casi seguro que Alberto Morales (el temible Beto Gato) haya tomado esa foto: ¡Dormía durante la sesión! El “balcón”, por supuesto, fue inclemente.

Al tiempo, Chucho Moreno habría comentado que sufría de una enfermedad en la que se podía quedar dormido sin intenciones de hacerlo… le brindamos el beneficio de la duda y le adjudicamos “Narcolepsia” o “Síndrome de Gelineau” que no es otra cosa más que caer en los brazos de Morfeo.

A ciencia cierta, no sé si Alfredo Gándara, diputado por Poza Rica, esté enfermo como para quedarse dormido en una sesión del Congreso… cierto es que la foto no es de la última sesión pero es más cierto que todo indica que hacía la mona cuando le tomaron esa foto… que estaba agripado, cansado, crudo o lo que sea, ése ya es otro asunto, pero visualmente, afecta su “narcolepsia legislativa” la imagen de sus demás compañeros diputados… es cuanto.