La despolitización del pueblo y sus nefastas consecuencias
Dos barriles sin fondo
Posiblemente la palabra millones sea la más asociada al concepto político. Todo el trabajo de los políticos se resume, a fin de cuentas, en cuántos millones –ajenos– se gastan para hacer más grandes sus cuentas bancarias, vivir como jeques petroleros… o quizá como príncipes borbónicos, para ir con la moda española.
Barril 1. La desastrosa condición de la Línea 12 del Metro, cuya reparación costará más de 800 millones de pesos –para abrir boca— es un asunto de vergüenza interminable. Millones danzan; van y vienen. Todo esto sin contar la inversión de los primeros 24 mil millones de pesos por una obra cuyo precio pudo ser mucho menor.
Pero en el paternal mecanismo de “ayudar” a los usuarios afectados por el cierre de la obra, el GDF gasta otra millonada en transporte provisional.
Ahí ve uno sufrir a los “pobres” usuarios del oriente profundo de la Ciudad de México –la gente de Tláhuac y zonas aledañas– hacinados en colas interminables para subirse a 300 latas de sardinas con ruedas propiedad de la Red de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal (RTP) con los cuales se quiere mitigar el dolor provocado por el servicio interrumpido en el tramo elevado de la costosa “Línea Dorada”.
Un millón de pesos diarios le cuesta a los contribuyentes de la Ciudad con (Miguel) Ángel el transporte alternativo de 160 mil usuarios a razón de 6.25 pesos cada uno.
La solución emergente resultó un paliativo pero no por eso deja de ser malo por no decir pésimo… y sin duda el más caro del DF, en costo –el triple de lo que el usuario pagaría por un servicio ordinario de la RTP– y en tiempo: 15.5 kilómetros en 64 minutos desde Tláhuac hasta Atlalico, sumando retrasos por embotellamientos vehiculares y las inevitables “paradas” –sin albur–.
Todo un calvario… y a las horas pico –tampoco es albur– la cosa se pone peor.
Total, lo barato cuesta caro… muy caro, en todo sentido.
Por cierto, mañana miércoles, podría anunciarse la fecha de reapertura de la L-12, inservible parcialmente desde hace tres meses… y contando. Se llevarán a cabo pruebas de rodamiento que permitirán la habilitación del tramo que abarca las curvas 11 y 12 –unos 700 metros– en donde existe el problema más acentuado, para lo cual se colocarán cámaras que permitirán la observación minuciosa… ¿como si la línea fuera a ponerse en operación por primera vez?
Después de esas mediciones y simulaciones «vamos a decidir cuales son las dos mejores soluciones, y el resultado de la mejor de ambas es la que se va a utilizar como modelo«, nos dijo el secretario de Obras del GDF, Alfredo Hernández.
La puesta en marcha de la Línea 12 del Metro se dará una vez que se tengan los elementos de seguridad necesarios, confirmó Miguel Ángel Mancera. «El tiempo de la línea, reitero, no siempre empata con los tiempos políticos”.
Barril 2. La imaginación de los burócratas para gastar el dinero ajeno no tiene límites. Otro de sus manantiales es la renta de oficinas. Edificios enteros, pisos completos, cómo sea con tal de alojar despachos para fines no siempre claros o necesarios, como es el caso recientemente descubierto de la empresa “Calidad de Vida” filial del GDF, que gasta 9 mil pesos diarios en el alquiler de un “elefantito” blanco. Y ya si usted pregunta la utilidad de ese otro negocio, nos metemos en profundidades abisales, oscuras e incomprensibles. Nadie lo sabe.
Cuando ya se han despilfarrado millones y más millones, entonces se acude al expediente del ahorro: construir un edificio para no seguir gastando en rentas mensuales o anuales. Y entonces el negocio estará en la construcción de las nuevas instalaciones… y así hasta el infinito. ¿Y la calidad de los servicios públicos, “apá”?
De eso, nadie sabe… ni quiere saber, “mijo”.
@JoseCardenas1 | [email protected]| josecardenas.com.mx