Carlos Ramírez/Indicador político
Los villanos “preponderantes”
Los agentes monopólicos de la televisión y la telefonía han sido rebautizados. Antes eran “dominantes”, ahora son “preponderantes”. La palabra estará de moda… ya verá cuando alguien reclame a otro una actitud prepotente y le diga: “–ya wey, no seas preponderante”.
Todo esto, gracias el ruidoso debate político en materia de telecomunicaciones que promete al respetable público más opciones, mejores, servicios, tarifas baratas, mayor competencia… y consumidores empoderados.
En el fondo, la nueva Ley Telecom tratará de revertir un mal histórico para acotar el poder apabullante de los grandes consorcios construidos al amparo del poder político, acortar distancias y aplanar el terreno para abrir el sector a la verdadera competencia.
Si bien el predictamen de la “Ley Telecom” contempla –entre otros puntos clave– multas y sanciones sin precedente a quien incumpla la norma por aprobarse, la llamada “preponderancia” es el nombre del juego. El término aparece como clave de la propuesta para definir el nuevo tamaño de los gigantes del mercado en materia de radiodifusión y telecomunicaciones.
Pero el gran debate –como el diablo– está en los detalles. La propuesta aprobada en comisiones –en lo general– con 25 votos a favor y cinco en contra contempla la declaratoria de “preponderancia” por sector y no por servicio como demandan legisladores de izquierda y media bancada panista.
En el terreno de las telecomunicaciones no hay lugar a duda. Teléfonos de México y Telcel concentra más del 65 por ciento del mercado. Ningún otro operador les hace sombra y por esa razón, ambas empresas deberán acatar medidas como el uso compartido de su infraestructura o la imposibilidad de cobrar cuotas de interconexión a sus competidores y rivales, lo que representa, según expertos –como Raúl Trejo Delarbre– una perdida potencial de algo así como 11 mil millones de pesos… y el consorcio América Móvil no podrá ofrecer otros “servicios” sino hasta dentro de 18 meses.
En contraste, la “preponderancia” en el ámbito de la radiodifusión se presenta como una nebulosa enigmática y abierta a cualquier cantidad de interpretaciones… y litigios.
Para la nueva “Ley Telecom”, el sector de la radiodifusión, integra tanto a las estaciones de radio como a las cadenas televisivas. Aun cuando no hay duda de la presencia de Televisa como actor dominante con una participación superior al 50 por ciento del mercado, la redacción legislativa podría abrir la puerta a controversias, en tanto que la televisora mantiene una mínima presencia en el campo de la radio.
Pero la polémica se centra en la llamada “televisión restringida”. La declaratoria de “preponderancia” se limita a las señales radiodifundidas, es decir a lo que todos conocemos como canales de televisión abierta. Al decretarse la “preponderancia” por sector y no por servicios, nada impide que Televisa –con poder creciente en la distribución de señales a través de sistemas de paga– extienda sus dominios con la adquisición de nuevas compañías. Este crecimiento, tendría que ser analizado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones bajo un criterio denominado “poder sustancial de mercado” –lo que estos signifique–, pero no habría restricciones a priori.
El tema no es menor.
La expansión en servicios de paga genera una enorme posibilidad de negocios. Por ejemplo, “las cableras” podrán ofrecer una gran variedad de servicios de comunicación y datos como de hecho ya ocurre, pero además, la televisión de paga podría convertirse en la vía para eludir restricciones a adquirir derechos de exclusividad que privan para los “canales” abiertos. Así, al no ser considerado “preponderante” en televisión satelital y por “cable”, Televisa podría ofrecer eventos únicos en sus “canales” cerrados, lo que obligaría al consumidor a suscribirse o bien privarse de presenciar algún evento espectacular.
Queda claro. La carretera es dispareja. Hay baches –todos– del mismo lado de la vía… y en ese punto crítico se centrará la trama del debate legislativo que hoy inicia… no se pierda usted el desenlace.
@JoseCardenas1| [email protected] | josecardenas.com.mx