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POZA RICA, Ver., 25 de noviembre de 2013.- Los médicos de la Secretaría de Salud del estado de Veracruz (Sesver) son los primeros del país en intercambiar conocimientos con especialistas de Japón y Guatemala, para erradicar las enfermedades en las mujeres indígenas de las comunidades rurales.
Desde hace siete años, el personal de la Sesver ha colaborado con doctores japoneses y guatemaltecos para atender los casos de cáncer cervicouterino, lo que permitió mejorar todos los procesos y las calidades de atención a las pacientes del territorio veracruzano, explicó el coordinador estatal del programa Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de los Adolescentes de la Secretaría de Salud, Rodolfo Sousa Hernández.
Ahora, los médicos de estas tres nacionalidades analizan los fallecimientos materno–infantil para disminuir la mortandad de mujeres durante el parto, tanto en las clínicas y hospitales.
Pero las investigaciones las realizan en los poblados de Quetzaltenango, Solalá y Totonicapán, de la República de Guatemala, por tener rezagos en algunos indicadores de salud como la mortalidad materna, neonatal, infantil y en niños menores de cinco años de edad, declaró el médico japonés, Kenzo Onoe, durante el Tercer Intercambio de Experiencias en Salud Materno Infantil México – Guatemala, realizado en la Jurisdicción Sanitaria número tres.
Por ello, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) firmó el 19 de enero del año 2011, un convenio para impulsar el Proyecto de Salud Materno Infantil en esas tres localidades guatemaltecas para reforzar los servicios médicos y con calidad, a todas las mujeres e infantes de menos de cinco años de edad.
El pacto comenzó desde el 1 de marzo de 2011 y concluirá hasta el 31 de marzo de 2015, de acuerdo a la página oficial de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica), por sus siglas en inglés.
Ahora, dijo el coordinador estatal del programa Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de los Adolescentes de la Sesver, los veracruzanos intercambian sus experiencias médicas con los japoneses y guatemaltecos debido a que las localidades de la zona norte de la entidad presentan el mismo problema que aquellas regiones de Guatemala.
“Hay que ver cómo resolvemos estos problemas, y que ellos nos digan cómo solucionan las problemáticas de interculturalidad, que dificulta la comunicación entre los médicos y las mujeres indígenas y principalmente, la de mejorar las atenciones médicas”, expuso Sousa Hernández.