
Rinde protesta la Comisión de Profesionalización Periodística en Córdoba
XALAPA, Ver., 11 de agosto de 2015.- Para salir de una emergencia, la señora María empeñó todas las joyas que tenía, con la esperanza de volver por ellas, pero “las cosas se complicaron” y no logró recuperar su anillo de graduación y otros objetos, recuerdo de su madre.
Muchas personas acuden a las casas de empeño como una opción para solventar gastos imprevistos; sin embargo, algunos ya no pueden volver por sus prendas
En su mayoría, la intensión de las personas que acuden a estas empresas es recuperar el objeto empeñado, pero en ocasiones y por distintas razones, principalmente económicas, su prenda es puesta en venta, por lo que sólo en algunos casos puede ser recuperada o apartada.
Este es un trámite que muchos consideran sencillo debido a que en la mayor parte de las casas de empeño no se pide factura original de los objetos, lo cual no garantiza la procedencia legal de los mismos.
La diferencia entre empeñar y pedir un préstamo en el banco es que este último pide una serie de requisitos que muchos no pueden cumplir, como encontrarse en buro de crédito o no tener una cuenta que los respalde.
Doña María, quien se negó a dar sus apellidos, recuerda que en ese momento el precio del oro estaba bien posicionado, por lo que el préstamo que recibió fue alto, lo que complicó su pago.
“Entre las necesidades que fueron surgiendo, las cosas se fueron complicando y al ser alto el préstamo, fue difícil poder pagarlo”.
La señora comentó que incluso buscó una estrategia para poder recuperarlas: “lo que hice fue sacar todo y empeñar en varias boletas para ir sacando poco a poco”; sin embargo, no logró recuperar todas sus prendas, por lo que perdió más de la mitad, la mayoría de gran valor sentimental.
Lamentó que en ese momento no se manejara el esquema de pagos flexibles o de abonos como ahora, pues cree que de haber sido así, no habría perdido sus joyas.