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XALAPA, Ver., 16 de febrero de 2015.- Es un hecho que la central nuclear de Laguna Verde sigue representando un riesgo para la población Veracruzana, afirmó el físico matemático Bernardo Salas Mar, quien explicó de nueva cuenta están intentando elevar su potencia pero que algunas de las maquinarias presentan vibraciones que pueden dañar el reactor.
“Podemos decir que el reactor No. 2 de la Central Nuclear de Laguna Verde (CNLV) no puede ser operado a su máxima potencia, pues se presentan altas vibraciones en las Bombas Jet o Bombas de Chorro; de continuar elevando la potencia en estas condiciones, podría ocasionarse la fragmentación de dichas Bombas, provocando a su vez daños graves al núcleo del reactor”.
El especialista agregó que la máxima potencia alcanzada en este reactor es de 95%, por lo que el daño patrimonial por no generación de energía eléctrica sigue aumentando.
“En caso de un riesgo grave de seguridad, representa un daño patrimonial, puesto que aún no genera la energía eléctrica que se esperaba”.
En ese sentido, insistió que las rutas de evacuación se encuentran en un mal estado por lo que en caso de una emergencia no podría haber un desalojo.
“El Atlas de Riesgos del Estado de Veracruz no incluye el cementerio nuclear en que se ha convertido la CNLV, al mantener en almacenes improvisados, cuya temporalidad es cuestionable, desechos radiactivos acumulados por más de 20 años, por lo que es importante que la Semarnat o alguna autoridad federal ponga fin a esta irregularidad que representa una seria amenaza a la seguridad y salud de los veracruzanos”.