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MÉXICO, DF. 23 de diciembre de 2014.- Se les conoce como «Los Perdonados». Son personas que colaboraron con el cartel de narcotráfico de Los Caballeros Templarios, pero que ahora combaten a sus exaliados. Algunos incluso son parte de la policía de Michoacán.
Entre ellos se encuentran sicarios, otros fueron secuestradores o extorsionaron a empresarios y campesinos.
La presencia de estas personas ha causado una fuerte controversia en el estado, uno de los más violentos del país.
Algunos creen que «Los Perdonados» son la causa de los recientes enfrentamientos entre antiguos grupos de autodefensa en la comunidad de La Ruana donde murieron 11 personas, entre ellas el hijo del fundador de estos grupos, Hipólito Mora.
«Hay mucha gente que antes eran delincuentes y hoy son policías rurales», le dice a BBC Mundo la diputada Selene Vázquez Alatorre.
«Los que antes extorsionaban y dañaban a la población ahora traen charola (credencial de policía). Es una situación permanente».
Venganzas
La incorporación de «Los Perdonados» a las fuerzas del orden empezó desde 2013, cuando los primeros grupos de autodefensas arrebataron el control de decenas de comunidades a Los Caballeros Templarios.
Los habitantes de cada pueblo identificaron a quienes les extorsionaban. Cuando los guardias comunitarios los detenían algunos pidieron perdón por sus acciones del pasado, y ofrecieron su ayuda para capturar a otros sicarios del cartel.
A varios de ellos se les permitió formar parte de las autodefensas, y con el tiempo se ganaron la confianza de sus nuevos jefes.
Gracias a eso muchos fueron incorporados a la Fuerza Rural, una policía creada con los guardias comunitarios a los que se otorgaron uniformes y armas.
Son, junto con soldados y la Gendarmería Nacional, los responsables de la seguridad en prácticamente toda la región conocida como Tierra Caliente, al sur de Michoacán.
Pero el uniforme y la credencial de policía no son suficientes para olvidar las acciones que en el pasado cometieron «Los Perdonados». Algunos han sido asesinados. Las autoridades creen que se trató de venganzas.
Rencillas
El caso más reciente de la controversia por «Los Perdonados» ocurrió el 16 de diciembre en la comunidad de La Ruana, en el sur del estado.
En el lugar se enfrentaron los grupos de Hipólito Mora, fundador de las autodefensas, y el encabezado por Luis Antonio Torres, conocido como El Americano. Once personas murieron.
El comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, dijo que fue una rencilla personal entre ambos líderes.
Pero desde hace meses Hipólito Mora sostiene que El Americano protege a delincuentes, y que en su grupo abundan «Los Perdonados». También denuncia que el personaje es protegido del comisionado, algo que niega Castillo Cervantes.
La diputada Vázquez Alatorre asegura que el funcionario conoce el problema que causan «Los Perdonados», y a pesar de eso tolera su presencia.
Además se entregaron uniformes a miles de personas que en realidad no forman parte de la policía estatal, aunque ellos lo creen y ofrecen seguridad en muchas comunidades.
«El comisionado es el que lo ha armado, ellos son los que traen la estrategia, los ciudadanos nos enteramos meses después», afirma la diputada Selene Vázquez.
BBC Mundo solicitó una entrevista a Castillo Cervantes para hablar sobre el tema, pero no hubo respuesta.
Cruzada
En las redes sociales se publicó en noviembre un video de una reunión de jefes de autodefensas, donde acordaron sacar a «Los Perdonados» de la Fuerza Rural.
«Hubo personas que empezaron a desviarse. Nosotros estábamos en contra de cuotas y empezaron a llegarnos reportes de personas que están cobrando cuotas», señala en el video una de las líderes de los grupos, Juana Reyes.
Sin embargo, muchos extemplarios siguen en la corporación policíaca porque así lo permiten los distintos jefes de las autodefensas, que tienen una relativa autonomía para integrar sus equipos.
Varios analistas advierten del riesgo que regrese la violencia a Michoacán, pero las autoridades responden que la situación está bajo control.
Incluso el comisionado Castillo asegura que el problema se concentra en una parte pequeña del estado.
«De 113 municipios que tenemos, de los 28 que hay en Tierra Caliente, la problemática se concentra básicamente en un municipio y en una comunidad», le dijo a medios locales.
El municipio con problemas es Apatzingán «porque siempre fue un territorio templario», reconoce el comisionado.
Y la comunidad en conflicto es La Ruana, donde se enviaron 300 agentes de la Gendarmería Nacional y un grupo de soldados para evitar más enfrentamientos entre autodefensas.
Información de BBC