Carlos Ramírez/Indicador político
Peperra saca boleto
Peperra me anima… Anuncia que en tres meses ha de iniciar el cambio de unidades del servicio urbano.
Peperra es el diputado cabeza de la Comisión Permanente de Seguridad Pública. Su comentario respecto a las unidades del transporte urbano deben ser tomadas con optimismo, más cuando también cita que junto con la renovación del parque vehicular en esta modalidad, igual se pretende capacitar al chofer.
Y del ánimo al desánimo… ¿Y por qué hasta ahora?
Bueno, en el mismo boletín del Congreso local que leo, Peperra Gutiérrez de Velasco responde que como no había aumento desde hace tres años, los pobres concesionarios pues no tenían para darle mantenimiento a sus unidades. Entrecomillo su dicho: «cuando las autoridades detenían las unidades por estar en malas condiciones, los concesionarios alegaban que transcurrió todo ese tiempo sin que se autorizara el aumento y, de acuerdo con su contrato de concesión, debería realizarse cada año”.
Sólo por eso entiendo cómo puede circular la chimenea sobre ruedas que vi el lunes en la costera del Puerto jarocho… ¿Se acuerda? El «urbano» 239 que, siendo sinceros, realmente dudo que sea un modelo del 2000… ¡Juraría que es del siglo pasado!
II
Camino a casa, justo en la calle de Huizache, una familia espera en uno de los topes, la oportunidad para poder cruzar a la otra acera.
¿Se ha dado cuenta que el peatón y el conductor perdieron la facultad de verse a los ojos el uno al otro? ¿Por qué? ¡Ni idea! O a lo mejor porque el primero dejó de creer en la amabilidad del segundo para detener su unidad y cederle el paso. O a lo mejor el segundo empezó a creer que su tiempo es el único importante y valioso como para disminuir la velocidad y entonces dar el paso al peatón. Quizás por eso, cuando se encuentre con alguien intentando cruzar la calle, observe si usted va al volante, que el peatón no lo ve, sino que dirige su mirada atrás de la unidad para hacer un cálculo físico entre distancia, velocidad y tiempo, ante el carro que se avecina, y ver si le da tiempo de pasar corriendo, caminando o con unos extraños brinquitos, cual danzarín.
Total que, como voy en moto, alzo el puño derecho en señal de alto para el carro que viene atrás de mí seguido de un ademán para la familia invitándola a pasar. Padre, madre y tres chavales inician su avance con una sonrisa para mi persona pero se paran en seco de repente. El carro que venía atrás de mí pretende rebasarme. Me volteo con cara de pocos amigos y le grito que se pare… Y lo hace. Cuando volteé a ver el carro me percato de algo: sus placas… Igual que las del «camión chimenea», son del año del caldo…
¿A qué voy con esto? Qué tanto particulares como concesionarios se pasan por el arco del triunfo tanto a las leyes como a sus autoridades, pero si acudimos a la excusa que Peperra dio, de que es porque no había incremento al pasaje y por el lado particular, puede alegar los gasolinazos de cada mes, concluimos que los que pagamos nuestros impuestos, traemos papeles en regla, seguro, placas al día y demás… ¿Somos pendejos?
III
Creo que después del predial y agua, tránsito es una excelente entrada de recursos para el ayuntamiento que administra este servicio… Siempre y cuando se aplique el reglamento. Ya no digo carros estacionados en las banquetas, en áreas verdes, en cualquier calle, en doble fila… Ya no digo el taxi o el bus que a simple vista es evidente que tiene más de quince años en servicio, que nada le falta para que se desbarate, que es una vergüenza sobre ruedas… Ya no digo todos esos carros y motos que circulan por la ciudad con placas viejas o sin ellas (¿Quieren ingresos?, ¡ahí están!)… La fórmula es sencilla: aplicar el reglamento. Sólo que hay un ligero detalle… El chanchullo, la mordida, el bisnes, tanto en algunos elementos de Tránsito como en centros de verificación vehicular que nos permiten ver circular cascarones con humo, sin placas, cn placas viejas, charolas, incluso hasta de «Prensa».
IV
Peperra me anima… Imagino buses pequeños, compactos, propios para una ciudad de calles estrechas (al menos en Xalapa), con choferes en camisa blanca, de corbata, conduciendo a 40 km por hora… Jejeje, ok, quizás 60, sin jugar carreras, sin arrojar bancos de humo, pero habrá que esperar julio y ver si la gente que paga nueve pesos y 5.50 sigue teniendo el mismo servicio, o simplemente alguien nos volvió a tomar el pelo… Por lo mientras, ¡Peperra saca boleto!