Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Inseguridad: Peperra y Duarte
Debo aceptar que mi intención era pitorrearme del diputado Peperra Gutiérrez de Velasco cuando en entrevista citaba que “seguirían las balaceras en Xalapa”.
Me fui con la finta. Pensé que la hacía de Pitoniso, ¡vaya! ya hasta tenía preparadas varias predicciones dignas del “Hermano Morales” (saludos don Fer) o indignas de “Madame Sasú”, como por ejemplo:
1) El equipo de los Tiburones de Veracruz sufrirá el próximo año el drama del descenso…
2) Los feisbuqueros continuarán criticando al Gobernador Javier Duarte…
3) El problema de Limpia Pública seguirá siendo problema en Xalapa…
4) Yunes Linares no dejará de ser el malo de la película…
5) Los diputados del PRI aplicarán mayoriteo en todas las propuestas de los priistas…
6) Julen Rementería y camarilla continuarán siendo en algunos casos, piedra en el zapato legislativo…
7) Tonatiuh Pola pasará sin pena ni gloria en el Congreso…
8) Muchos diputados locales buscarán ser diputados federales.
9) Surgirán más portales y periódicos afines al gobierno estatal…
10) Peperra será llamado a ser asesor del secretario de Seguridad Pública pero el Gobernador lo llamará para ser Secretario de Seguridad Pública…
Debo aceptar que me equivoqué… ya al leer la nota más a fondo, reconozco que al menos, fue sincero Gutiérrez de Velasco al citar:
“Es algo delicado, no se puede ocultar, en Xalapa están nuevamente personas de la delincuencia queriendo posicionarse y no se les permite y el gobierno está tras ellos. Sería mentira decir que no pasa nada y al contrario, se sabe que hay personas de la delincuencia que han querido entrar a Xalapa, por eso luego se dan estas confrontaciones”.
¿Cómo recibimos por lo regular, un dejo de sinceridad o realidad? Por principio, de acuerdo al tema, con un “¡está cabrón!”; lo secundario, por inercia, es pedir más seguridad; y acto seguido, no sé ustedes, extremar precauciones.
Estoy seguro que muchos de nosotros tenemos historias que contar en torno a este tipo de delincuencia o crimen organizado. Se ha vivido en carne propia o mediante terceras personas.
Es claro que me rebelo al clima de incertidumbre que implica para mis hijos, mi esposa, familiares o para mí, tener que salir a la calle y la posibilidad de encontrarme en medio de una balacera entre “buenos” y “malos”. Sí, no lo acepto. Pero tampoco quiero encontrarme a esa amiga que tuvo que cerrar su negocio hace pocos años, en el anterior gobierno, porque la extorsionaron y que me cuente que nuevamente es víctima de la delincuencia… bueno, realmente nunca se fue este problema, sólo disminuyó en resonancia o hechos.
El tema es polémico… tan polémico como leer que el Gobernador acepte que en Veracruz siempre habrá “focos rojos” por el concentrado de población que hay en el estado: “todos los días vamos a ver incidentes, tanto en cuestiones de delitos voluntarios o como imprudenciales”.
Vamos… al menos ya se pasa del “No pasa nada” a “Algo está pasando”. Aunque siendo sinceros, como ciudadanos, ninguna de las dos tesis nos agradan, ni nos calientan ni nos enfrían. Quisiéramos realmente que efectivamente, no pasara nada pero también creo debemos aceptar una realidad… aunque no tengo las palabras precisas para enfrentarla…
El Gobernador, por un principio, al menos en los casos de “Extorsión telefónica”, ya dio otro paso. Propone que se le llame “Engaño telefónico”. Eso me da pie a proponer otros cambios en aras de que la población esté más tranquila:
En lugar de “Balacera”, por qué no “Intercambio de municiones entre bandos opuestos”.
En lugar de “Desaparición”, por qué no “Abducción del Primer Tipo”.
En lugar de “Levantón”, por qué no “Abducción de Otro Tipo”.
En lugar de “Secuestro”, por qué no “Abducción de un Tipo más”.
En lugar de “Riña”, por qué no “Dirimición de diferencias”.
En fin… la idea es que si pedimos que nos hablen con la verdad, no baste aceptarla, sino también cómo confrontarla desde nuestra posición de ciudadano.
Mientras, es raro ir del “No pasa nada” al “Pasa algo”…