Carlos Ramírez/Indicador político
El cambio por lo regular implica para muchos una renovación que viene de muy adentro, quizás pudiéramos decir “del alma”. Creo que las damas lo podrán comprender mejor cuando lucen un nuevo peinado, estrenan prendas, zapatos, accesorios que las hacen sentirse más bellas, más seguras, más “no sé”… en los caballeros, todo eso que sienten las damas lo perciben ellos en la billetera, aunque vistan como desarrapados, el asunto es tenerla llena…
También hay el cambio que implica esperanza… ¡chingaos! ¡cómo no recordar ese 2000! Creo que Vicente Fox vino a desencadenar a esa serie de políticos de caricatura, bufonescos, objeto de burlas que nunca encontraron la solución para lograr ese cambio que sembró en el corazón de millones de mexicanos que votaron por él…
Son siete y media de la mañana y me preguntan si voy a ir a la rueda de prensa del Gobernador… “no… no creo que diga nada nuevo”, respondo… una noche antes me informaban que no habría anuncio de cambio alguno.
Y en efecto… habló de la inversión que habrá este año en Veracruz y los millones que han de aterrizar en beneficio de todos los veracruzanos (les dije que no diría nada nuevo).
Sí, no faltó la pregunta (digo, para que valiera la pena la desmañanada tipo López Obrador) sobre si habría cambios en su gabinete y dijo que en los próximos días…
Tras ello, el alma regresó a los reporteros que se echaron “el mañanero” con el Gobernador… tenían una nota de interés… algo con “carnita”, dijeran algunos.
De inmediato, los nombres de candidatos a buscar nuevo empleo, vacacionar por el mundo o de plano, ubicarse en otra área del gobierno estatal, empezaron a darse…
¡Que Arturo Bermúdez! La sola idea de pedir al Gobierno federal un militar para que ocupe su lugar no suena tan descabellada. Así, si persiste la inseguridad, la responsabilidad sería compartida tanto por autoridades estatales como federales pero… ¡oh! los asesores no están pensando en eso porque les faltan “desos” para sugerirle al Gobernador que “chispe” a uno de sus consentidos…
¡Que Gina Domínguez! Pudiera ser, el asunto es a quién poner de “¡Péguenle al Negro!” y además, bajo el riesgo de tener que renegociar de nuevos con esas plumas brillantes de “autodefensa” que hacen del gobernador un fregón… ¿al Cisne? ¿Pudiera ser? ya demostró que si alguien intenta extorsionarlo ¡lo manda a la cárcel! sí, pudiera funcionar como un intermediario perfecto entre Gobierno estatal y Prensa; además, es sencillo, carismático, accesible, y sobre todo, excelente administrador… pregúntenle a Tuxpan, pregúntenle a los medios con los que pactó…
¡Que Amadeo Flores Espinosa! ¿Qué pensaba El Tiburón cuando aceptó la titularidad de la Procuraduría? ¿Que iba a ser como en los viejos tiempos cuando fue secretario de Seguridad Pública? ¡No! ¡Hoy, todo mundo se entera de lo que haces! O de lo que no haces ¡Se enteran en España, en Estados Unidos, en Sudamérica en el mismo momento en que metes la pata!
Y entonces, Javier Duarte, sin negar la cruz de su parroquia, sin negar a su creador, sin negar su origen, génesis, manufactura, ¡se balconeó y balconeó a Luis Ángel Bravo Contreras, el actual presidente del IVAI!
Se dice que se “balconeó” el Gobernador porque falto de imaginación al utilizar esa “fidelinha”, nomás hizo que uno recordara no sólo su origen, sino que la anterior ocasión que utilizó ese balcón, fue en abril de 2011, hace casi tres años, cuando subió a un distinguido personaje de la política ramplona y servil: Antonio Luna Andrade, quien al tiempo, habría de conformar su propio partido político.
Pero el asunto de los cambios está en especulación… y en política, cuando de cambios se habla, no hay que olvidar que lo más importante no es quién se va, sino quién no se va, para conocer el tamaño de los compromisos que tiene el que manda y cuánto le sabe el que se queda.