Raúl López Gómez/Cosmovisión
La tabla del dos o del cinco
El tema de los dos años de Gubernatura en Veracruz, es como una operación matemática básica al interior del PRI: divide opiniones; de acuerdo a sus factores, multiplica o resta candidatos; y suma aliados o animadversiones.
Para la primera operación básica, hay quienes consideran que llevar a dos años la gubernatura implicaría un fidelato de 14 años al sumar los seis años de Herrera Beltrán, los seis de Javier Duarte y da por hecho que el candidato para el 2016 será otro hijo de la fidelidad y además de que ganará la elección. Por eso, quienes ponen todas sus canicas por cualquiera de los dos senadores Yunes (Héctor o Pepe), apuestan a que la gubernatura se vaya a cinco años.
En la multiplicación de candidatos hay una lógica inversa: a mayor número de años en la gubernatura, menor número de candidatos, es decir, dos: Héctor y Pepe; a menor número de años en la gubernatura, se habla de hasta tres o cuatro… Hay quienes citan a Erick Lagos, Alberto Silva y ya se apuntó Alejandro Montano Guzmán… Y un caballo negro que puede ser el que la imaginación política exponga.
La suma de aliados o animadversiones es en función claro, del supuesto candidato… Por ejemplo, a Erick Lagos y Alberto Silva, su posición dentro del Gabinete y su cercanía con el Gobernador Javier Duarte, los hace abordar un mismo barco y un mismo proyecto político. Atendiendo el supuesto de que uno de ellos pudiera ser candidato a la gubernatura de dos años, el otro simplemente se sumaría.
Tomando en cuenta la mano alzada del diputado federal Montano Guzmán, para muchos pudiera ser una intención desproporcionada, aunque lo mismo se pensó cuando fue subsecretario de Seguridad Pública y posteriormente secretario y ya después a nadie le sorprendió que en un momento dado se le citara como precandidato a la gubernatura… Hoy, hasta legislador es. Por eso, no hay que descartar que su Víctor Frankenstein, don Miguel Alemán Velasco, bien pudiera interceder, no sólo en el Gobierno estatal sino ante el federal, para darle la bendición a uno de los pocos vestigios que quedan del alemanismo reciente.
En el caso de Héctor y Pepe Yunes, ambos apuestan a un factor que es de suma importancia en la toma de decisiones dentro de la política aun por encima de la lógica y por supuesto, del bienestar común: las relaciones.
Ambos presumen mucha amistad en las altas esferas políticas del altiplano pero poca con el poder en turno en el terruño. Héctor, cuate de Peña Nieto; Pepe, de Luis Videgaray. Como sea, apuestan a que sea un centralazo de cinco años entre ellos dos que pase y pese por encima de quien en Veracruz, como sea, tiene el control político.
Pero, ¿qué pasaría si hubiera otro candidato que reuniera ambas circunstancias, es decir, que cuente con el apoyo de quién tiene el control político en el estado y además cuente con el respaldo del altiplano? ¿Se apostaría a dos o cinco años de gubernatura?
Bueno, la temporalidad sería lo de menos, el asunto es encontrar a ese candidato con esas características… Mientras, allí van Erick Alejandro Lagos, Alberto Silva, Héctor y Pepe Paco Yunes, al igual que el otro Alejandro, pero Montano, no Carvallo Delfín, que es Jorge Alejandro, funcionario de Javier Duarte, cercano a quien tiene el control político de Veracruz, al que Carlos Salinas de Gortari llama al celular y Peña Nieto le da sus apañones cada vez que se encuentra con él…