Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
Calles: De Xalapa al Puerto
Dos ciudades. Dos problemas.
De Veracruz a Xalapa, cada quien percibe de cierto modo sus problemas. Algunos, inherentes a la actividad de las autoridades, sean estatales o municipales. En el mejor de los casos, el problema no es más que una herencia de la administración anterior que además de ocasionar malestar social, evidencia un trabajo al madrazo, al “ai se va”, y las prisas por justificar lo injustificable…
II
En Xalapa, ahora que vienen los Juegos Centroamericanos y del Caribe, me sorprenden dos cosas. La primera, el deseo de gente que quisiera que los escenarios donde han de realizarse las justas deportivas, no estén a tiempo. Es válido, cualquiera puede desearle mal a quien sea, en este caso al organizador de estos eventos que, directamente, bien podría ser el Gobierno del Estado y de allí para abajo.
Sí, dije que “es válido” porque está en nuestra naturaleza esa ambivalencia. Pero es seguro que sean más, no los que le deseen lo mejor al Gobierno estatal en estos Juegos, sino los que no tengan la mínima idea de que va a haber Juegos en menos de cien días.
Pero mientras los que sí están interesados en la realización de esta Justa deportiva trabajan para hacer o acondicionar las instalaciones, en algún sector de la sociedad dicha labor, de manera indirecta, afecta su vida cotidiana.
Toda la manzana que está enfrente del IMSS, por la zona universitaria, así como la calle de Bravo, famosa en la capital de Veracruz por su inclinación que bien pudiera ser incluida como reto subirla en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, así como alrededores, se ha convertido en un auténtico problema de vialidad pues franeleros han hecho su “agosto” apartando lugares; no importa si llegas temprano a estacionarte en dichas calles o en la Morelos, sabes que no puedes confrontarte a un franelero porque él estará todo el día en la calle y tú, todo el día dentro de la oficina sin saber qué le pueda ocurrir a tu unidad. También hay quejas de que los elementos del IPAX con cubetas o lo que sea, apartan lugares.
¡Hay estacionamientos! Estamos de acuerdo, pero las tarifas de éstos van desde los 12 ó catorce pesos ¡la hora! Haga cuentas si trabaja por allá, y multiplíquelo por ocho horas que es la jornada habitual: ¿Se aventaría a pagar casi 500 pesos a la semana por estacionamiento?
Ahora que si va por la Clínica 10 del IMSS, donde está un sindicato magisterial, cajas, sillas o lo que sea, sirven para apartar estacionamiento… sí, el ciudadano y el conductor igual también se hacen esa pregunta: ¿Qué no estaba prohibido apartar lugar en las calles de Xalapa?
Sería un buen ejercicio para Tránsito del Estado darse una vuelta por las calles referidas y en una de ésas, hasta ingresos por multas podría haber para las arcas estatales.
III
La tormenta de la noche del jueves en la madrugada en el puerto jarocho, trajo a la memoria de algunos vecinos el trabajo de un alcalde: Efrén López Meza.
Hace muchos años fue bautizado en el diario “Política” como “El Ratón” López Meza después de que fuera acusado por malversación de fondos. Lo paradójico es que en lugar de dar la cara ¡huyó del Puerto!
Pero lo increíble del caso es que no fue recordado por eso el ex alcalde en la noche de la tormenta del jueves por la madrugada.
Los vecinos de las calles de Lafragua y Orizaba se acordaron de López Meza y se la recordaron a Carolina Gudiño. ¿Por qué? ¡Porque se inundaron!
En el tiempo en que le tocó ser alcalde a Efrén López Meza hizo varios colectores pluviales que amainaron en cantidad los problemas de inundaciones en estas calles.
Sin embargo, al cierre de la administración municipal de Carolina Gudiño Corro, “repavimentó” La fragua tapando u obstaculizando dichos colectores. Es decir, una obra sin idea, y al no pensarla, está llena de más maleficios que de beneficios.
Todo el 2014, aseguran los vecinos, han sufrido de inundaciones cada vez que llueve. La tormenta de la madrugada del jueves fue espectacular, pero en cada lluvia, con menos precipitación pluvial, debido a que los colectores que dejó Lopez Meza quedaron tapados o bloqueados con las obras de Gudiño, el nivel del agua llega a tal altura que ocasiona serios daños no sólo a sus unidades vehiculares o domicilios, sino que al ser una zona de tránsito turístico, al ver este tipo de problemas, el paseante se va con una pésima imagen de las calles porteñas.
Sí, será un tema a resolver por parte de Ramón Poo Gil quien habrá de cargar con los ajustes de cuentas de última hora que tuvo que hacer Gudiño, para poder justificar gastos…