Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
De placas y eternidad
De Brasil a Costa Rica, para aterrizar en Veracruz…
No. No estoy dando el itinerario de Iván Vicente Alarcón Cerda que ¿qué creen?: No se presentó ni lunes ni martes a la CMAS-Xalapa… al parecer, problemas con su vuelo de regreso pero lo que implica que hoy, ¡lo manden a volar!
Aunque no lo crean, pretendo hablar de la perpetuidad, de la eternización o la inmortalidad…
Y claro, en estos momentos en que se vive el Mundial de Futbol, es el marco ideal para muchos de pasar a la historia de un modo u otro… sí, exactamente, como el caso de Alarcón Cerda, el funcionario que dejó la chamba por ir a un Mundial… o como Jorge Alberto López Amores, el mexicano que se aventó desde un barco a las aguas y nunca más apareció… o el grito que se hizo famoso: “Eeeeeeee… ¡puto!”…. o el clavado de Robben y nuestra eliminación del evento mundialista… hechos que de algún modo u otro, han de recordarse por algún o mucho tiempo…
II
Hay un deseo oculto en la mayoría de las personas por la perpetuidad. Quizás por ello haya hombres que gusten de pintarse las canas de barbas, cabello y bigotes en aras de sentirse o verse jóvenes. Quizás por ello, igual, haya mujeres que además de pintarse el cabello, usen botox, hilos rusos, estiraditas de cachete, ceño y aplanaditas de patas de gallo, lipos y demás menjurjes propios de las damas…
Pero eso es sólo en lo físico…
Quizás también en quienes escribimos, muy en nuestro interior, haya ese deseo por la eternización en una frase, en un texto, en unas palabras que desencadenen un hecho… y luego entonces, en alguna conversación, escuchemos soberbios, engreídos, altaneros, ese “como dice fulano…” y el remate con el enunciado que nos garantiza, quizás por un breve lapso en el universo, un poco de gloria para sentir que flotamos…
III
En la mayoría de nuestros políticos, el deseo de perpetuar se concentra en un solo objetivo: estar dentro del presupuesto. Y así, vemos que ya fue diputado local, alcalde, legislador federal, que ya le dieron una dirección, que ya es delegado, que ya es subsecretario y por los sexenios de los sexenios…
Y cuando ya los vemos cascaritas, “ya más allá que p’acá”, aparece su hijo o su hija, porque el político cree que tanto la inteligencia como la política, es cuestión de genética… e inicia el ciclo de la perpetuidad política.
Pero si va a algunos párrafos atrás, allá, donde inicio en este tercer punto con “En la mayoría de nuestros políticos”, ha de observar que doy opción a las salvedades… porque hay políticos que entienden esto como un servicio, no como un modo de vida… por eso son inolvidables, perpetuos, eternos…
Rafael Hernández Ochoa decía en alguna ocasión que no tenía el suficiente cemento para hacer obras, “pero la política no es eso”…
¿Y qué tiene que ver todo este rollo mareador con Brasil, Costa Rica y Veracruz? Primero, ya expliqué que en estos momentos, el país amazónico es el sitio ideal para eternizarse; segundo: Costa Rica es punto a tratar en el siguiente punto:
IV
Si bien Costa Rica ya hizo historia por pasar a cuartos de final en este Mundial, su mención realmente es por la actitud del presidente del país tico, Luis Guillermo Solís, quien hace unos días, por decreto presidencial, estipula que en ninguna oficina de Gobierno ha de colocarse foto alguna de él, y en cualquier obra que la administración realice, ninguna ha de llevar su nombre ni siquiera en la placa de la inauguración, como una forma de acabar con esa especie de culto personalista… ¿la razón? muy simple: toda obra que hace cualquier gobierno, sea municipal, estatal o federal, se hace con recursos del pueblo, no del funcionario en turno…
Recuerdo el caso de Boca del Río. Una de las primeras acciones del alcalde Miguel Ángel Yunes Márquez fue retirar la placa conmemorativa por los 25 años de fundación como Ayuntamiento. La razón: Trabajos de mantenimiento al inmueble, dijo el alcalde; los regidores del PRI argumentaron que se quitó porque allí estaban plasmados los nombres del gobernador Javier Duarte de Ochoa y del ex alcalde Salvador Manzur. Revanchismo o berrinchismo político.
De cierto modo, la perpetuidad de ambos políticos fue interrumpida por el alcalde… de cierto modo, porque siempre habrá quien cuente que a la entrada del Palacio municipal, un día, se quitó una placa…
V
Pero la relevancia del asunto es la actuación de un presidente, Luis Guillermo Solís, quien sin grabar su nombre en letras de oro, en placas de puentes, carreteras o edificios, ha de pasar a la historia siempre bien recordado por ese asomo de humildad que lo aleja de los gobernantes de nuestras “repúblicas bananeras” que estando tres, cuatro o seis años al frente, se sienten todopoderosos poniendo su nombre con la idea de pasar a la eternidad, olvidando que muchos de ellos, que ya han pasado, sin necesidad de ver sus nombres en placas, avenidas, calles, escuelas u hospitales, se les recuerda por corruptos, mentirosos y fraudulentos… ¿cuántos presidentes recordó? ¿en cuántos ex gobernadores piensa? ¿cuántos ex alcaldes anatemiza? ¡Y sin contar a los presentes que ya se nos hacen eternos!