Carlos Ramírez/Indicador político
Estoy admirando el nueve look capilar de la reina Letizia de España que le asienta a las mil maravillas, su rostro más fresco, su cada día más estilizadísima figura, hace que su vestuario súper trendy lo luzca perfectamente y eso que la fotografía ya pasó por el fotoshop para ser la portada del número 433 de la revista ¡Hola!, donde aparecen también dos fotos de nuestra paisana Salma Hayek –impactante veracruzana que tuvo el privilegio de que la conocida publicación le dedicara un número exclusivo el año pasado, ¡ah!, perdón, la porteña Adriana Abascal se ha visto en esas mismas páginas varias veces, pero ella trabaja para ¡Hola! y Salma es la única paisana conocida en medio mundo y la otra mitad ya ni se diga–. La reina Letizia hizo su aparición en la primera edición de los Premios Woman en el Casino de Madrid, entregando galardones a la directora de la orquesta Inma Shara, la endocrinóloga María Neira y la actriz Salma Hayek. Textualmente dice: “Tres mujeres que trabajan incansablemente por mejorar nuestra sociedad.” Salma luce un vestido color coral que en lo particular no me agradó, está al lado de su mamá Diana Jiménez Medina y su hija Valentina Paloma con ya 8 añitos de vida. Voy a completar este comentario con una llamada telefónica que recibí en mi oficina hace más o menos un año y contesté de inmediato, “aloooooo” y escuché una voz españolada que preguntaba por el señor Rodolfo Soler, “¿quién le llama?” –¡claro!, hay que tomar sus precauciones– y me contesta: “Fernando Junco, de la revista ¡Hola!” En ese momento abrí desmesuradamente los ojos, “¿cómo?” “Sí, de la revista ¡Hola!”, inquirió nuevamente y sin titubeos respondí: “Un servidor, a sus órdenes.” Rapidísimo me comentó que estaban por sacar un número dedicado a la actriz veracruzana Salma Hayek y que si podía darle unos datos que requería de su niñez y juventud. Me quedé de una pieza, porque no se sabía nada de esa etapa de su vida. Sólo en tres ocasiones la vi, todavía no se “remodelaba”, únicamente intercambió un beso de mejilla y punto.
*** FERNANDO ME INSISTIÓ Y DE INMEDIATO VINO A MI MENTE QUE MI HERMANA LOLA EN COATZACOALCOS HABÍA SIDO SU MAESTRA EN LA PREPARATORIA, ni tarde ni perezoso los comuniqué, lógico se quedó de a seis cuando le dijeron que hablaban de la revista ¡Hola!, que dicho sea de paso también es una seguidora de la publicación. Mi hermana le contó que fue buena estudiante, siempre anduvo apoyando eventos sociales y a sus compañeras. Educada y fina. Entonces Lola se puso en contacto con su tía, pero tiene prohibido bajo juramento de la Biblia hablar de la juventud de Salma. Así que ahí quedó todo. Me hice amigo hasta la fecha de este periodista y fotógrafo, quedando de venir a tierras veracruzanas próximamente. Por supuesto, lo llevaré a Tlacotalpan y San Andrés Tuxtla para que conozca las bellezas de estos lugares.
*** HABLANDO DE MI TIERRA, ME COMUNICÓ FREYA HÚBER DE RAMÍREZ, ABANICÁNDOSE DE UN LADO A OTRO POR EL INTENSO CALOR –en ese momento me sentí en mi terruño–, que su hijo Armando se casa el primero de agosto en Cancún; hoy tengo la invitación en la mano de muy buen gusto, en color perla donde se invita y participa a la ceremonia civil de Armando Ramírez Húber, quien siguió los pasos de su padre Armando para convertirse es un exitoso oftalmólogo egresado de Barraquer, Barcelona, España y luego de Galicia y allá fue que vio por vez primera a Tamara Dorado Fernández que igual estudia en ese lugar, le latió el corazón a 100 por minuto y supo que sería la compañera de toda su vida. La boda está programada para las 7:00 horas en el hotel “Presidente Intercontinental”. Lógico, después la cena, los múltiples brindis y los drinks al por mayor.
*** AÑOS VAN Y AÑOS VIENEN Y LO QUE FUE UN DÍA EL ANTRO “BOULEVAR 93” CERRÓ SUS PUERTAS POR UN BUEN TIEMPO, PERO LA INQUIETUD DE su propietario Iván Toriz era mucha, así que lo remodeló y nuevamente abrió el sitio, teniendo el mismo éxito de siempre. La cosa no quedó ahí, lo volvió a cerrar por un tiempo y ahora, bajo una estricta remodelación con la exigencia que requieren estas zonas de diversión, otra vez está al servicio de la juventud xalapeña y uno que otro no tan chamaco. El viernes pasado, día de su apertura, no cabía ni un alfiler, para muestra vemos las gráficas que ilustran esta columna, donde aparecen los hijos de los amigos que nos dimos vuelo en el primer “Boulevard”. Como pasa el tiempo.