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XALAPA, Ver., 17 de febrero de 2016.- La venta de libros pirata y la retención de permisos por parte de la autoridad municipal para desarrollar ferias y exposiciones, son algunos de los problemas que enfrenta el Grupo de Libreros de Xalapa, conformado por 11 integrantes, quienes organizan estos eventos culturales para difundir la lectura.
La venta de libros pirata es una problemática a nivel nacional y no solamente de la capital del estado, expuso el integrante de esta agrupación, Arturo Obrador Cuesta.
Dijo que en lo particular, su asociación está al pendiente de que en los eventos que son organizados por ellos no se den este tipo de inconvenientes, y vigilan que todos los ejemplares sean originales para que los asistentes tengan la confianza de que no adquirirán productos piratas.
«Todo el público que se acerque a nuestras exposiciones puede estar tranquilo y consciente de que (somos) los primeros interesados en ofrecer un libro de calidad, libros antiguos y primeras ediciones; tienen la seguridad de que el primer filtro por el que están pasando somos nosotros y los primeros interesados en no ser deshonestos somos nosotros como grupo de libreros».
Por su parte, presidente de esta agrupación Antonio Vázquez Roldán, subrayó que sería una mentira muy grande tratar de ocultar el comercio de libros pirata, incluso entre las mismas librerías, pues en ocasiones al adquirir ejemplares usados para su remate se han percatado de que algunos son ilegales, pues es a través del decoloro de las hojas que los hace casi imposibles de leer y los malos encuadernados, «es como se puede detectar un libro pirata».
«Ha habido casos donde nosotros somos los primeros en realizar filtros para que nuestros participantes no tengan este material y sabemos de esta problemática y la cuestión económica que afecta tanto a editoriales como autores y a nosotros los propios libreros».
Evitó mencionar los puntos donde se ha identificado la venta de libros pirata en Xalapa, pues argumentó que no son la instancia adecuada para ello, por lo que dejó a los lectores la tarea de señalarlos.
«Tal vez haya muchos o pocos puntos y no somos la autoridad para señalar, lo podría decir mejor un cliente o un lector dónde ha adquirido sus libros, yo creo que sí tendría toda la certeza de decir, ‘sabes que, lo compré en tal librería, en tales puestos’, y decir que es pirata, pero creo que habría que revisar los ejemplares y decir; vaya, no sé quién tenga los argumentos para decir que este libro es pirata o no lo es».
Por último, Lili Edith Cruz Martínez, otra librera, expuso que uno de los principales retos al que se enfrentan como asociación, además de la venta de libros pirata, es la retención de permisos por parte de la autoridad municipal para poder desarrollar ferias y exposiciones de libros, donde participan alrededor de 11 libreros que conforman la asociación.