Las cabelleras más ‘nice’, sólo en manos de Edgar Rodríguez

XALAPA, Ver., 29 de mayo e 2015.- La peluquería no a cualquiera se le da, tiene que ser una persona que amen su trabajo y esté actualizado constantemente hasta lograr un nombre, un prestigio, y eso es lo que ocurre con Edgar Rodríguez, un maestro de la tijera.

Alto, fino en su trato y enterado de todos los acontecimientos sociales y políticos que suceden en la capital veracruzana y más allá, tiene clientes hombres y mujeres de muchas partes de la entidad que llegan a la capital con el deseo de cambiar de look a través de sus expertas manos.

Mucha gente me ha dicho “¡debe de costar una fortuna que él te corte el pelo!” Y yo sólo les digo que no, pero que tampoco es de 30 pesos como en cualquier salón de belleza unisex, Edgar es Edgar, y que él te corte las melenas es un lujo.

Uno de sus salones se ubica en Ignacio de la Llave, el otro en Plaza Ánimas. Por supuesto que se tiene que hacer cita.

Ahí te encuentras con decenas de caras conocidas, y mientras a unas cabelleras les da forma con la tijera, a otras les retoca la raíz que se les nota a leguas. En tanto, la chicas que esperan, leen Vogue, Bazar o revistas de moda.

Dice Edgar que Xalapa afortunadamente está perdiendo el miedo a lo nuevo y que son más hombres que mujeres los que acuden a realizarse un corte de pelo.

Compartió que en esta temporada se lleva el cabello corto, pero con las puntas más prolongadas al frente, y para los caballeros, las barbas son lo último en la moda.

Edgar ha viajado, bueno, viaja a cada rato tanto dentro del país como al extranjero para cursar diplomados y cursos de belleza, cosa que casi nadie hace, por eso sabe tanto y sus consejos son de primera línea.

Él te cambia de imagen, te da consejos de cómo vestirte, cómo puedes disimular esos defectitos que te incomodan y que a leguas se te nota.

¡Atención!, sobre belleza se las sabe de todas todas. Es más, si es usted política y su esposo anda contendiendo para diputado, corra a preguntarle cómo puede lucir impactante ante la mirada de todo mundo.