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CIUDAD DEL VATICANO, Roma, 21 de mayo de 2014.- El Papa Francisco lamentó la violencia que aflige a la sociedad mexicana, al recibir este lunes a un grupo de obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano, que realizan la visita «ad limina» Apostolorum.
«Les ruego que lleven mi saludo al pueblo mexicano. Pidan a sus fieles que recen por mí, pues lo necesito. Y también les pido que le lleven un saludo mío, saludo de hijo, a la Madre de Guadalupe», dijo el Pontífice al grupo encabezado por su presidente, el cardenal José Francisco Robles Ortega.
El pontífice, el primero de origen latinoamericano, instó al grupo a mejorar la transmisión de la fe a las jóvenes generaciones, recuperar el sentido pleno de la piedad popular y favorecer a la familia como célula básica de la sociedad y medio privilegiado para que el tesoro de la fe pase de padres a hijos, señala el periódico Reforma.
«En la actualidad, las múltiples violencias que afligen a la sociedad mexicana, particularmente a los jóvenes, constituyen un renovado llamado a promover este espíritu de concordia a través de la cultura del encuentro, del diálogo y de la paz», sostuvo.
«No es ajena a esto Santa María de Guadalupe, Patrona de toda América, que en más de una oportunidad, con ternura de madre, ha contribuido a la reconciliación y a la liberación integral del pueblo mexicano, no con la espada y a la fuerza, sino con el amor y la fe».
El Papa afirmó conocer los desvelos de los prelados mexicanos por quienes carecen de recursos los desempleados, los que trabajan en condiciones infrahumanas, los que no tienen acceso a los servicios sociales, los migrantes en busca de mejores condiciones de vida y los campesinos.
«Sé de vuestra preocupación por las víctimas del narcotráfico y por los grupos sociales más vulnerables, y del compromiso por la defensa de los derechos humanos y el desarrollo integral de la persona», añadió.
Francisco destacó que, como en muchos otros países latinoamericanos, la historia de México no puede entenderse sin los valores cristianos que sustentan el espíritu de su pueblo.
Tras exhortarlos a despojarse de los oropeles de la mundanidad, del dinero y del poder, y unir esfuerzos en favor de la paz social y de una convivencia justa, libre y democrática, el Papa recordó el mensaje que su antecesor Benedicto XVI dio en su última visita a México en 2012.
«A esto mismo los animó mi predecesor, Benedicto XVI, invitándolos a no dejarse amedrentar por las fuerzas del mal, a ser valientes y trabajar para que la savia de sus propias raíces cristianas haga florecer su presente y su futuro», subrayó.
Más de 100 obispos de México participan del 12 al 31 de mayo de la visita «ad limina» Apostolorum, en la que le presentan un informe detallado de las diferentes realidades que viven las 91 arquidiócesis, diócesis y prelaturas del país.