La tragedia económica de Veracruz

La tragedia económica de Veracruz

Hilario Barcelata Chávez

La economía veracruzana continúa en un colapso que amenaza convertirse en tragedia. Durante el tercer trimestre de 2014, la producción apenas tuvo un mediocre crecimiento del 0.8% comparado con el 2013. Este pésimo comportamiento es resultado de una profunda crisis que vive el Sector Agropecuario el cual registró una caída del -3.9%. Lo mismo que sucede con el Sector Industrial el cual registró un desplome del -2.8%.

Este desempeño de la economía en su conjunto contrasta con el de otros estados y coloca a Veracruz en el lugar 24º entre los de menor crecimiento. Muy lejos de los estupendos resultados que registran Aguascalientes con una tasa de crecimiento de 11.7%, Michoacán con 8.1%, Guerrero, 6.9 y Zacatecas 5,2%.

Si esto de por sí ya es grave, la situación de Veracruz adquiere profundo dramatismo al comparar su desempeño económico de manera desagregada por sectores productivos. Así el descenso que registra en la producción agropecuaria de -3.9% lo coloca en el lugar 28º entre los estados con peor desempeño, a una enorme distancia de lo logrado por Tamaulipas donde la producción primaria creció 38.6%, el Distrito Federal que registró un aumento de 16.8% y San Luis Potosí y Tlascala con un 14.6 y 14.2% respectivamente.

Lo mismo se observa al comparar el comportamiento del Sector Industrial del estado con el resto del país. Su desastroso retroceso del -2.8% coloca al estado en el lugar 27º a nivel nacional. Contrastando este resultado con el obtenido por estados con un fuerte auge industrial como Aguascalientes que en este sector creció 20.1%, Zacatecas 12.7%, Guerrero 10.9, Guanajuato 9.8 y Chiapas 8.9%.

Este panorama económico refleja la inexistencia de una política de desarrollo agropecuario e industrial. Expresa la inhabilidad gubernamental para activar los sectores productivos aprovechando las capacidades y vocaciones productivas de las regiones y de los productores veracruzanos. No hay nada que justifique el profundo abismo en el que se ha caído, del que no se saldrá en el corto plazo porque la economía veracruzana carece de motores internos de crecimiento y el petróleo, su eje dinámico, no saldrá de su crisis en varios años.
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