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XALAPA, Ver., 2 de agosto de 2015.- Este domingo, en el marco de la liturgia, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, cuestionó a la feligresía concentrada en la Catedral si “han sentido hambre de verdad”.
Durante su sermón, dijo que en la vida del hombre hay necesidades básicas como la alimentación, el agua, el vestido y un techo para vivir. En ese sentido, recordó que la grey católica tiene la oración de la Divina Providencia para estos momentos de dificultad en caso de que se carezca de dichas necesidades.
Y expresó: “La Divina Providencia se extiende en cada momento para que nunca nos falte casa, vestido y sustento; y bueno, todos nosotros trabajamos por tener lo necesario, lo indispensable y lo que ahora Jesús nos dice es que no hay que trabajar por ese pan material, por eso que perece”.
Es decir, explicó el prelado, “si bien el pan es vital para la existencia humana no hay que olvidar el alimento de la fe y la vida misma. Por ejemplo la lectura, hay que proveer también esas necesidades no perenes. Se trata de alimentos especiales para la vida, y esto quiere decir, disfrutar de la lectura, de la música. Cuando alguien se alimenta de esas cosas pues también trabaja”.
Al vivir bien, sostuvo, no sólo debe pensarse en comodidades ya que –reiteró- el alimento más importante que las materialidades es el que dura hasta la vida eterna: la fe.
“Jesús vino para que tengamos vida y en abundancia y ése es el alimento que dura para la vida eterna, esa es la presencia de Jesús, pero se debe creer en ello, sólo Dios y su hijo darán alimento espiritual, alimento que no perece en esta tierra sino que se va hasta la vida eterna”.
Así, Hipólito Reyes Larios aseguró que Jesucristo es capaz se saciar el hambre y la sed “no sólo física, sino espiritual. Cuando predicamos la palabra ‘no sólo de pan vive el hombre’, cuando nos alimentamos con el cuerpo y la sangre de Cristo y nos transformamos en él, somos otras personas y estamos viviendo hacia la vida eterna”.