La Xiqueñada, una fiesta que mantienen viva turistas y locales

XICO, Ver., 22 de julio de 2015.- Xicochimalco es el nombre con el que te dan la bienvenida los habitantes del Pueblo Mágico mejor conocido como Xico, en un letrero ubicado a pocos minutos de llegar a la ciudad, donde los habitantes esperaban ansiosos la llegada de miles de turistas para la celebración de Santa María Magdalena, así como el festín de comida, colores, música y entretenimiento con toros.

En punto de las 7:30 de la mañana, al entrar al pueblo se veían el movimiento de los vecinos que ya preparaban el mole, los arreglos a la virgen y las gradas por donde pasarían los toros.

Hambriento, el equipo de Quadratín Veracruz se dispuso a desayunar en el tradicional y reconocido mercadito de Xico, donde unas sabrosas enmoladas y los tradicionales chiles rellenos no sólo hicieron peso en nuestro estómago, sino que nos dejaron un excelente sabor de boca para dar inicio a la fiesta que con ansias nos esperaba.

En seguida, los turistas de todo el estado de Veracruz se hicieron presentes en la tradicional fiesta donde veneran a Santa María Magdalena.

En punto de las 9 de la mañana, al paso de los feligreses ingresamos a la iglesia que lleva por nombre el de la virgen festejada. Debajo de un hermoso arco hecho por manos de puros hombres, con la planta de cucharilla, recogida y cortada con anterioridad como tradición, nos tomamos la foto del recuerdo y, así, entramos a la hermosa iglesia, adornada con flores de todos colores que le quitaba el aliento a los fieles creyentes.

Continuamos el recorrido y llegamos a la casa de doña Cuca, quien en su patio trasero se esmeraba en cocinar un delicioso mole que se convertiría en un manjar para los turistas que llegaran a comer por la tarde a ese lugar. Por tradición, las casas de los xiqueños en esta fecha abren sus puertas para hospedar a todos aquellos que gusten de ser parte de esta tradición.

Mientras transitábamos por la avenida principal, que en pocas horas se convertiría en el escenario de los toreros más valientes del estado, pedimos a los visitantes su opinión acerca de la Xiqueñada.

José Manuel Vires manifestó que ésta es un tradición que lleva más de 40 años, «inigualable, por lo que debe mantenerse siempre».

Emocionados, tomamos nuestros lugares en primera fila en las gradas colocadas a las afueras del Palacio Municipal, donde en punto de las 11:00 horas el alcalde Lorenzo Pozos Itza, ubicado cerca del colorido tapete que hacía alusión a la Xiqueñada 2015, dio los agradecimientos a las turistas y habitantes por mantener las tradiciones. De esta manera, oficialmente dio el banderazo de inicio de la fiesta patronal.

A las 11:45 el primer disparo se hizo sonar, y los festines de la gente comenzaron. Luego, a las 11:55, el segundo disparo sonó, mientras los toreros bajaban a las calles con sus respectivos mantos rojos y algunos diciendo oraciones a la patrona María Magdalena. La gente, con excepción de los valientes formados en las gradas alrededor de la calle, apoyaban y gritaban emocionados por lo que se veía venir.

En punto de las 12:00 se escuchó el tercer disparo, y el primer toro salió corriendo detrás de quien se dejara alcanzar.

Así, la Xiqueñada empezó. La gente emocionada toreaba a los 20 animales que durante más de dos horas fueron el centro de atención para los turistas, que veían a los valientes ciudadanos y a otros borrachos huir para no ser alcanzados por los vacunos.

A las 3 de la tarde se dio a conocer el saldo de esta fiesta por el alcalde, quien manifestó que en total hubo 13 heridos. Sin embargo, manifestó que estaban siendo atendidos y se encontraban estables en su recuperación.

La fiesta tradicional de Xico no concluyó ahí, pues miles de turistas regresaron a las calles a cantar al ritmo de la música banda; algunos fueron a degustar un delicioso mole, mientras otros esperarían los demás festejos como los que se harían en la plaza de toros. Lo que es cierto es que a los xiqueños y a los turistas les esperaba por el resto del día un gran festín que, como algunos dicen, duraría «hasta que el cuerpo aguante».