Supervisa Unánue obra de pavimentación en La Tampiquera
XALAPA, Ver., 14 de mayo de 2015.-Don Gregorio Robledo y su familia viven principalmente de la venta de jugo de frutas. Su puesto se encuentra sobre la baqueta de la calle Leandro Valle, a un costado de Palacio de Gobierno, donde los clientes son atendidos por su hijo mayor, mientras que el pequeño debiera estar aprendiendo en el jardín de niños.
No obstante, este 14 de mayo José, de apenas cinco años, tuvo que acompañar a su papá al trabajo, pues en su escuela no habrá clases hasta el próximo lunes.
El pequeño refirió que sí quería ir al kínder porque los jueves practica educación física y le gusta jugar con sus compañeros en el recreo.
“A mí sí me gusta ir a la escuela, y ahora me toca hasta el lunes”, dijo el estudiante de preescolar.
Hay que recordar que algunas instituciones educativas se mostraron irrespetuosas ante la instrucción de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) y suspendieron labores desde el jueves por el Día del Maestro, pese a que, conforme al calendario escolar 2014-2015, el día de asueto es únicamente el viernes 15.
El padre de familia comentó que si bien las escuelas no deben ser pensadas como estancias infantiles mientras ellos acuden a sus obligaciones laborales, lo cierto es que con estos puentes “destantean” la rutina de las familias, sobre todo cuando madre y padre salen a trabajar mientras los hijos estudian.
“No me molesta que mi hijo esté aquí, le traje su sillita para que no se canse parado; al contrario, convivimos. Lo que ocurre es que está chiquito, se aburre y no es el mejor lugar para que esté, pero bueno es el Día del Maestro, tienen que descansar”.
Al vendedor lo que ahora le preocupa, más que su hijo no haya tenido clases, es que en las horas siguientes llueva, el menor se moje, se enferme y entonces sí tenga que perder más días en la escuela.
“Eso es el asunto de trabajar en la calle, que hay que enfrentarse a las condiciones climáticas y pues, uno como quiera, pero el niño es más propenso a enfermarse y ahorita se viene el agua, se moja y se me enferma”.
Finalmente, el vendedor de jugos consideró que para evitar exponer a José tendrá que levantar el puesto antes de la hora regular para regresar a casa, lo que representa, de alguna forma, una pérdida económica en sus ventas, situación que repercute en los gastos de su hogar.