Dante Delgado está libre de cáncer, fue extirpado en agosto
XALAPA, Ver., 5 de diciembre de 2013.- Como en dos mundos diferentes, dos empresarios dieron opiniones distintas sobre lo que ocurre en Veracruz. Particularmente, sobre la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, la joya preciada del gobierno del estado y que durante tres años, ha sido azotada por la inseguridad.
Se trata de los empresarios Antonio Chedraui Mafud, propietario de una cadena de papelerías y que lamenta que en la entidad no haya crecimiento, ni inversiones, lo que ha representado que en el puerto de Veracruz muchos negocios estén cerrando sus puertas y por ende, el desempleo crezca.
Del otro lado, el presidente de la Coparmex en la región, Jorge Coffau Kayser, quien se desvivió en elogios hacia la administración estatal al asegurar que la zona conurbada vive un momento de ensueño, con la construcción de centros comerciales, hoteles, restaurantes y un progreso que no todos ven.
Si bien durante su primer año de gobierno fue cuando se notó más esa inseguridad, el resto de su mandato no ha sido distinto para el gobernador Javier Duarte de Ochoa, pues ha contado con el silencio de muchos medios de comunicación que dejaron de publicar los enfrentamientos y balaceras entre grupos del crimen organizado.
Pactado o no, el silencio de los medios de comunicación sólo ha servido para que la población esté confundida, pues aunque no se habla de balaceras, casi a diario circulan versiones sobre enfrentamientos en alguna parte de la ciudad: “Yo escucho el chirrido de llantas, los disparos de armas de grueso calibre y un rato después, las sirenas de las patrullas. Es curioso que para otras cosas lleguen pronto los marinos, pero cuando hay balaceras nadie se acerca” explicó un vecino de la colonia El Coyol, una de las de mayor riesgo en la ciudad.
Hace menos de tres años, Veracruz ocupó los primeros planos luego que un grupo delincuencial abandonó dos camionetas y 35 cuerpos en una vía rápida casi frente a la zona de Plaza Américas en Boca del Río. El hecho generó terror por muchas semanas y jamás se dio con los culpables. Por el contrario, el entonces procurador general de Justicia en la entidad, Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, aseguró que los 35 fallecidos eran delincuentes, aún y cuando había señoritas y hasta un popular homosexual que se vestía de mujer y que era frecuentado por jovencitos de la sociedad veracruzana, pues sus servicios eran muy caros.
A la distancia, ya no aparecen tantos cadáveres, pero sí se habla de balaceras y ejecuciones, pero como ya no hay información, todos son rumores y eso es lo que más desconcierta a la población.
Un hecho singular es que la vigilancia aún depende de la Secretaría de Marina-Armada de México y la población pide que continúe así, pues no confía en los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de Arturo Bermúdez Zurita, cuya policía única ha sido, hasta el momento, un fracaso.
Continuará…