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MÉXICO, DF, 10 de septiembre de 2014.- Un nuevo informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA) advierte del aumento en las amenazas que enfrentan los migrantes en México, y proporciona nuevos datos sobre la impunidad de la que gozan las organizaciones criminales cuando se trata de juicios que involucran a migrantes, destaca un amplio análisis que publica la mañana de este miércoles el sitio especializado en seguridad In Sight Crime. El informe, publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, fue compilado a petición del gobierno mexicano.
Si bien el tema no se limita al crimen organizado, en el México de hoy es imposible examinar las amenazas a los migrantes sin tener en cuenta el papel de grupos como los Zetas.
La inmigración indocumentada a lo largo de México ha dependido durante mucho tiempo de los ‘coyotes’ o ‘polleros’, los guías ilegales que prometen a sus clientes un viaje a través del territorio mexicano y a través de la frontera con Estados Unidos.
Necesariamente, estos coyotes siempre han operado fuera de la ley, pero en los últimos años la incursión de grupos criminales más grandes en el comercio coyote ha revolucionado la industria.
Muchas de las amenazas que enfrentan los migrantes hoy en día son las mismas que siempre han enfrentado, siendo el robo y la violación dos de las principales.
Sin embargo, hay otras amenazas que reflejan la dinámica criminal más reciente de México.
El informe analiza, por ejemplo, el secuestro de inmigrantes adolescentes quienes son obligados a servir como soldados rasos en los grupos criminales.
El creciente papel que juegan los grupos criminales organizados en el tráfico de personas –en lugar de coyotes más independientes– ha aumentado la escala de estas operaciones, lo que ha provocado crímenes más impactantes.
Un ejemplo de esto, citado en el informe de la OEA, fue el descubrimiento en dos tráilers de más de quinientos inmigrantes de todas partes del mundo en condiciones infrahumanas, en el estado fronterizo de Chiapas, hace unos tres años.
Los informes periódicos de masivos asesinatos de migrantes en el estado de Tamaulipas –la mayoría de los cuales han sido atribuidos a los Zetas– ofrece una prueba más de este cambio. Una palabra que surge repetidamente a lo largo del informe de la OEA es «vulnerabilidad».
Al considerar todas las formas en las que el crimen organizado se ha involucrado más en permitir los flujos migratorios, el resultado final ha sido hacer más vulnerables a los migrantes.
Por ejemplo, los autores del informe analizaron la impunidad con la que operan los traficantes. Señalaron que «el negocio» de la migración es atractivo para las organizaciones criminales pues ofrece altos beneficios a cambio de un «bajo nivel riesgo» de repercusiones.
Las cifras obtenidas por la OEA arrojan más luz sobre el alcance de la impunidad que involucra este tipo de delitos.
Entre 2008 y 2011, los tribunales mexicanos emitieron fallos en sólo cuatro casos de homicidio que involucraban a migrantes. Sólo hubo un fallo por un caso de extorsión y sólo cinco casos por tráfico de personas.