Si les interesa periodismo, tienen que ver Estado de Silencio: Diego Luna
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de mayo de 2016.- El fallecido migrante español Valentín Ruiz Obregón, “El Slim Jarocho”, es parte de los empresarios y poderosas familias asentadas en Boca del Río que utilizaron el despacho panameño Mossack Fonseca para crear paraísos fiscales. En este municipio en el que ha sido alcalde dos veces Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del candidato del PAN y el PRD a gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, los herederos del migrante edificaron el desarrollo inmobiliario El Dorado.
Proceso informa que “El Slim Jarocho” heredó su imperio a sus hijos, y uno de ellos, Valentín Manuel Ruiz Ortiz, fundó en 2002 el Consorcio Intra, que agrupa unas 40 empresas de construcción, hotelería, turismo, gastronomía, agroindustria y transporte aéreo privado, entre otros ramos.
En los noventa, las constructoras obtuvieron de los gobiernos estatales priistas concesiones millonarias para construir y operar carreteras como la Cardel-Veracruz, los libramientos Plan del Río y Cardel o la ampliación del tramo San Julián-Tamaca, entre otros.
A pesar de su conocida riqueza, varios descendientes de Ruiz Ortiz aparecen en las listas de productores subsidiados por la Sagarpa; la influencia de esta familia alcanza los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Empresarios gasolineros veracruzanos, también vinculados a Mossack Fonseca
Gilberto Bravo Torra, empresario cercano al exgobernador Fidel Herrera Beltrán y dueño de Grupo Gilga, es otro de los que aparecen en documentos internos de Mossack Fonseca como beneficiarios, directores o accionistas de estructuras offshore
Según su página de internet, Grupo Gilga opera 27 gasolineras en Veracruz, Puebla y Oaxaca, así como un hotel en Boca del Río, y presta servicios de transporte de combustible.
Originario de Tuxtepec, Oaxaca, preside la agrupación de gasolineros privados del sureste mexicano, OctanFuel, y la Unión de Gasolineras de Veracruz. En noviembre de 2014, Grupo Gilga anunció su participación en dos proyectos hoteleros de lujo en San José Chiapa, con una inversión total de 700 millones de pesos. Otros empresarios que requirieron de los servicios de Mossack Fonseca fueron el también gasolinero Roberto Pérez Martínez y Fernando Sedano Zapata.