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Taxi libre
El pasado jueves 17 de abril, el gobierno del estado autorizó un incremento a las tarifas del transporte público en la modalidad de servicio urbano, petición que habían planteado los concesionarios desde hace un par de años.
Las empresas que se dedican al servicio de pasajeros usaron como argumento la constante alza de los insumos y la escaza rentabilidad del negocio, dado que cada mes suben los combustibles, lubricantes, llantas y, en general, el mantenimiento de las unidades; eso sin contar con el pago anual del seguro de viajero, que es obligatorio para circular.
Hubo rechazo de los usuarios, y en particular de los estudiantes, debido a que los concesionarios del transporte aumentaron más de lo debido, violando los acuerdos establecidos. Sin embargo, las autoridades estatales obligaron a las empresas a respetar las tarifas.
Hoy se cocina otro aumento al transporte, pero ahora en el servicio individual libre de pasajeros, los taxis, cuyos concesionarios también piden que el gobierno estatal autorice un incremento, para que la corrida mínima se ubique en 20 pesos, y no en 13, como está establecida actualmente.
El caso de los taxis es diferente porque aunque existen unidades viejas, descuidadas o en mal estado, éstas no presentan el mismo deterioro que los camiones del servicio urbano, que son verdaderas chatarras rodantes.
Los modelos que predominan son más o menos recientes, aunque muy austeros; no es un servicio de primera y probablemente ni siquiera de segunda; el problema es que la última vez que fue autorizado un incremento fue hace 13 años; al cabo de todo ese tiempo, el combustible cuesta más del doble: en 2001, la gasolina magna tenía un precio de 5.27, mientras que con el último aumento, el del pasado 3 de mayo, alcanzó 12.68. Igual ocurre con el resto de los insumos, desde los neumáticos hasta las refacciones, mantenimiento y seguros.
No es el caso, por ejemplo, del Distrito Federal, donde las tarifas se ajustaron en marzo del año pasado para que el banderazo en el taxi libre se ubicada en 8.74 y por cada 250 metros o 45 segundos se cobra 1.07 extras. En el DF, el banderazo de taxi de sitio es de 13.10 y 1.30 por cada 250 metros.
En Monterrey, donde también funciona el taxímetro, el banderazo es de 7.90, más 4.70 por kilómetro recorrido. Y si el servicio es ejecutivo, el cobro es de 10.40 por banderazo, más 5 pesos por kilómetro. Esos precios, en la Sultana del Norte, están vigentes desde diciembre de 2010.
En Querétaro, el aumento también se registró en marzo del año pasado y fue del 5 por ciento; en Puebla, las tarifas aumentaron en 2010; mientras que en Pachuca, Hidalgo, el más reciente incremento al servicio individual libre se registró en septiembre de 2012; para ubicarse en 25 pesos la dejada mínima.
Debido a esos antecedentes, será muy difícil que los precios del servicio de taxis se mantengan como hasta hoy; de tal manera que en las próximas semanas, el gobierno veracruzano podría autorizar la nueva tarifa; sólo formulismo porque en realidad, prácticamente no hay taxi que cobre el importe establecido por la autoridad estatal. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/