Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
Este lunes, El Tribunal Superior de Justicia de Veracruz eligió como presidente, para un segundo periodo, al magistrado Alberto Sosa Hernández, quien seguirá también al frente del Consejo de la Judicatura del Estado hasta 2016.
Conforme al procedimiento que contempla la propia Ley Orgánica del Poder Judicial, solo emitieron su voto los presidentes de las salas del Tribunal, esto es, Sara Hilda Beltrán Ramos, Fernando Guzmán Calvo, Víctor César Rincón, Andrés Cruz Ibarra, Alejandro Hernández Viveros, Miguel Gastón Manzanilla Pavón, Yolanda Castañeda Palmeros, y Benjamín Garcimarrero Ochoa.
Hace unos días, dos magistradas habían manifestado su interés por encabezar al órgano de impartición de justicia, Concepción Flores Saviaga y Yolanda Cecilia Castañeda; sin embargo, al final solo se inscribieron tres magistrados, el presidente del Tribunal, Alberto Sosa, propuesto por el magistrado Benjamín Garcimarrero; al igual que Alejandro Hernández Viveros y la propia Castañeda Palmeros.
Podríamos decir que el procedimiento para la elección del magistrado presidente fue normal hasta ese punto: una votación secreta en la que cada uno de los electores depositó la boleta con el nombre de su candidato en una urna transparente.
Los ocho votos se distribuyeron como sigue: seis para Alberto Sosa; uno para Castañeda Palmeros y uno para Hernández Viveros.
Llamó la atención en el desarrollo de ese proceso que en reiteradas ocasiones el presidente del tribunal, Alberto Sosa Hernández, manifestara que una mujer podría sucederlo en el cargo, por lo que de inmediato surgieron voces de apoyo a la magistrada Yolanda Castañeda.
Ella tiene una larga trayectoria en el poder judicial: 40 años de servicio, en los que ha cosechado reconocimientos del gobierno del estado, colegios, barras y asociaciones de abogados.
Incluso, Vitto Lozano, quien preside el Foro de Abogados, se había pronunciado al respecto, dando su apoyo a la magistrada Castañeda Palmeros. Y es que nadie puede poner en duda su trayectoria, formación, experiencia y capacidad.
Sin embargo, ni las asociaciones, ni los foros, ni los colegios de abogados tienen voto en la selección del magistrado presidente, decisión que, legalmente, solo corresponde a los presidentes de las salas del Tribunal. Todo lo demás: las muestras de apoyo, reconocimiento y adhesión, así como las acusaciones de la magistrada Yolanda Castañeda, quien hablaba de dados cargados, elección arreglada, compra de conciencias y corrupción en la reelección de Alberto Sosa, quedará sólo en el anecdotario del poder judicial.
La expresión que le atribuyen los reporteros a la magistrada, en el sentido de que “el pueblo ya no resiste más corrupción” y de que “la corrupción está a todo lo que da, sobre todo en muchos juzgados”, parece más un discurso de político de izquierda, que el argumento de un estudioso del derecho, como lo es la magistrada Yolanda Castañeda.
Por si fuera poco, Concepción Flores Saviaga, también magistrada, anunció que impugnará la elección de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia, y acusó que hubo transferencias bancarias a las cuentas de los magistrados que votaron en lo que –dijo- fue una elección sucia.
Son expresiones delicadas porque ponen en duda la honorabilidad de quienes se encuentran al frente del poder judicial de Veracruz. La pregunta ahora es ¿Y las pruebas?. @luisromero85