Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
Resulta paradójico que Veracruz sea uno de los estados que concentra mayores escurrimientos de agua, 24 ríos de diferentes tamaños y 15 lagunas, así como dos presas, pero también de los que menor cobertura tiene en cuanto al abasto y la infraestructura hidráulica.
Hace dos décadas, la red de agua potable en la entidad cubría al 89 por ciento de los habitantes en zonas urbanas y apenas al 51 por ciento de los pobladores de las áreas rurales. En la actualidad, casi todos los asentamientos urbanos tienen agua entubada pero en las comunidades, la cobertura no llega ni al 80 por ciento.
Las estadísticas del alcantarillado son similares en los asentamientos urbanos, pero en las zonas rurales, la cobertura no llega al 70 por ciento.
Esos números ubican a Veracruz como uno de los estados que registran mayor rezago en la cobertura, solo por encima de Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Paradójico, también, porque la precipitación anual en Veracruz duplica a la media nacional, que registra 772 milímetros, debajo de los mil 482 de esta entidad, donde el volumen de agua alcanzaría para un consumo per cápita de 8 mil 796 metros cúbicos, mientras que en el del resto del país es de 4 mil 533.
El problema, evidentemente, pasa por la falta de infraestructura hidráulica para satisfacer las necesidades de todos los veracruzanos, sin importar la región en que se asienten.
Habría que agregar que de los 121 mil millones de metros cúbicos de agua que cruzan por territorio veracruzano, solo se aprovechan 3 mil 520; es decir, menos del 3 por ciento.
En Xalapa, por ejemplo, ya se resienten temporadas cada vez más severas y prolongadas de estiaje, lo que obliga a los organismos operadores a recurrir a los tandeos.
Por eso es importante prever el problema que se viene y construir la infraestructura necesaria, ya que de acuerdo con especialistas en el tema, la escasez se podría acentuar en los próximos años debido a una demanda creciente, a la reducción de las fuentes de suministro, a la ineficiencia de los organismos operadores, a la gran cantidad de fugas que se registran y a la escasa inversión derivada del hecho de que la población no paga por el agua que consume.
Una opción que se ha explorado es la construcción de presas en el río Los Pescados, obra que se encuentra en etapa de estudio y análisis.
Los promotores de esa obra de ingeniería hidráulica han manifestado que el propósito es la utilización racional del agua mediante la regulación y el almacenamiento en los caudales para abastecer a una población, la de Xalapa, que en temporada de estiaje enfrenta serios problemas de escasez, sin que esto implique ni la privatización del servicio, ni un aumento a las tarifas que actualmente cobran los organismos operadores del sistema de distribución.
Sin embargo, existe una fuerte resistencia, que ha impedido, incluso, los estudios preliminares.
Habrá que estar pendientes de las reuniones entre los grupos ambientalistas y los promotores de esa obra, al igual que de la opinión de los especialistas en el tema ecológico. @luisromero85