Raúl López Gómez/Cosmovisión
PRD, la crisis que no acaba
Han pasado 25 años desde que los partidos Mexicano Socialista, Mexicano de los Trabajadores, Socialista Unificado de México, Popular Revolucionario y Socialista de los trabajadores, así como el Movimiento Revolucionario del Pueblo y la Unión de la Izquierda Comunista se fusionaron para fundar el Partido de la Revolución Democrática, que ha gobernado 10 entidades de la República y ha logrado el triunfo electoral en 19 procesos estatales.
El primer resultado importante de la izquierda mexicana llegó en 1997, con el triunfo en el Distrito Federal de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, su fundador, primer dirigente y líder moral, quien la noche de este martes 25 de noviembre renunció a su militancia.
Hasta hoy, cuatro ex presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del PRD han dejado dicho partido; antes del ingeniero Cárdenas lo hicieron Porfirio Muñoz Ledo, también fundador, quien encabezó al Sol Azteca de 1993 a 1996; Rosario Robles Berlanga, presidenta de 2002 a 2003; y Andrés Manuel López Obrador, que renunció a una militancia de 23 años el 10 de septiembre de 2012. Tres de esos cuatro fueron ocuparon también la jefatura de gobierno en el Distrito Federal.
Así, por diferentes motivos, los más destacados militantes y dirigentes de ese partido han preferido deslindarse del grupo que desde 2008 mantiene la hegemonía interna bajo la presidencia de Jesús Ortega, Jesús Zambrano y, actualmente, Carlos Navarrete.
Si la decisión de López Obrador de separarse del PRD en 2012 y fundar una nueva expresión de la izquierda, el Movimiento de Regeneración Nacional, causó un cisma, el anunció Cárdenas Solórzano representa la puntilla para un partido que se ha caracterizado por la división y el enfrentamiento entre sus tribus.
En el entorno local, el ex dirigente del comité estatal, Juan Vergel Pacheco, anunció su renuncia y se lanzó contra el partido y sus dirigentes en la entidad; señaló que ya no representan una opción, que carecen de vínculo social y que mantiene una relación de complicidad con el gobierno; que se dirige desde el analfabetismo funcional –refiriéndose al presidente estatal, Rogelio Franco– y que carecen de autonomía y vida propia.
Fredy Marcos, actual secretario de organización del comité estatal, reconoce el daño que representará la salida de Cárdenas; sin embargo, apunta que el partido se encuentra en movimiento y que una prueba de ello es la renovación de las dirigencias municipales, que comenzaron ayer en el Totonacapan con Espinal, Coxquihui y Coahuitlán.
Sin embargo, para el diputado federal Uriel Flores Aguayo, lo que ocurre en Veracruz es fiel reflejo de la crisis nacional del partido; apunta que esperará a la conclusión del periodo ordinario de sesiones en San Lázaro, programado para el 15 de diciembre, para tomar una determinación sobre su permanencia en el padrón perredista. Hay quien apunta que al diputado por el distrito de Xalapa Urbano se le ve cada vez más cerca de Morena.
Lo peor –dice Uriel Flores– es que el PRD ha dejado de ser una real fuerza política, un contrapeso y una opción para los ciudadanos, para convertirse en una caricatura.
Así, en esa carrera por hundirse, la actual dirigencia lleva prisa… Pobre partido, tan cerca del gobierno y tan lejos de la gente. @luisromero85