Ricardo Alemán/Itinerario político
Municipios, deudas y reclamos
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la deuda de estados y municipios asciende a más de 482 mil 800 millones de pesos, lo cual indica que en seis años se han duplicado los pasivos de esos niveles de gobierno.
Al corte del 30 de junio, los municipios de Veracruz registraban una deuda de más de 2 mil 595 millones de pesos. De esa cifra, 245 millones corresponden a deudas con la banca múltiple; 852 millones, con la banca de desarrollo; y más de mil 360 millones de pesos se deben a emisiones bursátiles.
Los municipios veracruzanos más endeudados son Coatzacoalcos, con 507 millones de pesos; Tuxpan, con 251 millones; Veracruz, con 223; Xalapa, con 99; y Poza Rica, con 81 millones de pesos. Juntos, esos ayuntamientos suman una deuda superior a mil 100 millones de pesos.
Podríamos decir que son muy pocos los municipios de la entidad que pueden presumir finanzas sanas y cero pasivos; hay casos como el de San Rafael, cuya deuda equivale al 77 por ciento de sus participaciones anuales; la de Pánuco, al 61 por ciento, al igual que la de Cosamaloapan. El caso extremo se registra en Hueyapan de Ocampo, donde los recursos que recibe cada año de la federación no alcanzan a cubrir la deuda pública que asfixia al ayuntamiento.
Debido a los compromisos adquiridos por los gobiernos municipales y a los elevados niveles de endeudamiento, algunos ayuntamientos no tienen la posibilidad de ejecutar obra pública, ni satisfacer la demanda de introducción de servicios básicos; sólo operan cubriendo el gasto corriente y la nómina de los sindicatos, empleados de confianza y cuerpos policiacos.
En ese caso se encuentran 3 municipios del norte veracruzano: Coatzintla, cuya deuda de 22 millones de pesos tiene comprometido el 7 por ciento de las participaciones; Tihuatlán, que enfrenta pasivos por 19 millones, lo que representa el 61 por ciento de su presupuesto anual; y Castillo de Teayo, que debe poco más de 3 millones de pesos, el 7 por ciento de sus recursos anuales.
Precisamente, en este último municipio se registra un conflicto que se debe, aparentemente, a la falta de obra pública: el Palacio Municipal fue tomado el pasado 22 de octubre por un grupo de personas que estarían afiliadas a la Unión Nacional de Ejidos Forestales y Agropecuarios, que denuncian un presunto desvío de recursos de las autoridades de ese lugar, emanadas del Partido del Trabajo.
En Castillo de Teayo, gobernado por Enrique Isidro Dimas, se comenta que el trasfondo del conflicto no tiene que ver con la falta de obra pública ni con el desvío que señalan, sino con el intento de simpatizantes del Partido Acción Nacional por sustraer documentos que comprometerían, en materia de manejo de recursos, al ex alcalde Manuel Téllez Gómez.
Incluso, apuntan que atrás del movimiento se podría encontrar el diputado local panista Jorge Vera Hernández, quien ha intensificado su presencia en el distrito con miras a contender en el proceso electoral federal en puerta.
Mientras tanto, las oficinas del Palacio Municipal y del DIF siguen tomadas y los inconformes se han apoderado de las patrullas de la policía; por ello es necesario que las autoridades estatales resuelvan el tema y no permitan que el conflicto siga creciendo. @luisromero85