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Subestimar la complejidad
Ayuntamientos, deudas y laudos
La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, CROC, organización sindical que encabeza en Veracruz Tomás Tejeda, informó que debido al cambio de gobierno en los ayuntamientos de la entidad, cientos de trabajadores fueron despedidos. Nada nuevo.
Es problema es que en muchos casos no hubo liquidación o finiquito para los burócratas de las anteriores administraciones, ni apego a la legislación laboral vigente; en resultado fue una avalancha de demandas laborales con ayuntamientos como San Andrés Tuxtla, Tlalixcoyan, Alto Lucero, Naranjos, Tlapacoyan, Alvarado y Villa Aldama, entre muchos otros.
Generalmente, ese tipo de recursos son dictaminados por los tribunales a favor de quienes los promueven; sin embargo, son frecuentes los casos de los ayuntamientos que se niegan a acatar las resoluciones.
Por supuesto, no sólo se trata de falta de disposición de quienes se encuentran al frente de los ayuntamientos; el problema pasa, sobre todo, por la precaria situación económica de los gobiernos municipales, muchos de los cuales se encuentran al borde de la bancarrota.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, hasta los primeros meses del presente año, los municipios veracruzanos enfrentaban adeudos por más de 2 mil 224 millones de pesos, 81.5 por ciento de sus participaciones.
Esa deuda no incluye los laudos laborales; es decir, las resoluciones de los tribunales que favorecen a los empleados de los ayuntamientos que fueron despedidos injustificadamente y que presentaron recursos en los términos de la Ley Federal del Trabajo ante el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje del Poder Judicial del estado.
Apenas en febrero, el licenciado laborista René Barradas Mendoza, ex presidente de la Barra de Abogados de Veracruz, estimó que al menos mil 500 juicios estaban pendientes de pago en los ayuntamientos, lo que representaba más de 500 millones de pesos.
Lo peor es que esa cifra se incrementa cada vez que hay cambio de autoridades en los municipios, porque los alcaldes contratan nuevo personal pero no liquidan a los trabajadores despedidos conforme a la ley.
Hace un año, en agosto de 2013, la magistrada Irma Medel Barragán habló de mil laudos contra ayuntamientos de Veracruz, cuya ejecución estaba pendiente hasta esos momentos. Algunas de esas resoluciones tenían 7 años de antigüedad y, al no ser atendidas, las deudas de los gobiernos locales crecían en favor de los trabajadores despedidos.
Un ejemplo ocurrió recientemente en Coatepec, donde las actuales autoridades no sólo heredaron una deuda de 50 millones de pesos, sino también laudos por más de 10 millones que las anteriores administraciones dejaron crecer por desidia, desinterés o irresponsabilidad.
Es la misma historia que se vive en todos los ayuntamientos donde hay cambio del partido en el poder: empleados despedidos por el hecho de haber prestado sus servicios para otro grupo político.
Así, mientras no exista una disposición legal que impida a los ayuntamientos heredar laudos o conflictos obrero-patronales, seguiremos escuchando quejas como la de Tomás Tejeda, de la CROC, y casos como los cientos que se ventilan en los tribunales laborales. @luisromero85