Gabriel García-Márquez/Sentudo común
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los municipios veracruzanos enfrentan adeudos por más de 2 mil 224 millones de pesos; es decir, el 60 por ciento de sus ingresos totales garantizables y el 81.5 por ciento de sus participaciones.
En total, la deuda de los municipios de la entidad representa el 2.7 por ciento del Producto Interno Bruto Estatal.
Así, los pasivos de los ayuntamientos veracruzanos mantienen a los municipios al borde de la asfixia económica; muchos de ellos enfrentarán problemas para cubrir los compromisos con la planta laboral, las últimas quincenas y el pago de aguinaldos, así como la operación normal de servicios como recolección de basura.
Habría que agregar que la cifra que consigna la Secretaría de Hacienda no incluye el tema de los laudos laborales; es decir, las resoluciones de los tribunales que favorecen a los empleados de los ayuntamientos que fueron despedidos injustificadamente y que presentaron recursos en los términos de la Ley Federal del Trabajo ante el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje del Poder Judicial del estado.
Ayer, René Barradas Mendoza, vicepresidente del Colegio de Abogados Laboristas del estado de Veracruz, reveló que mil 500 juicios están pendientes de cobro en los ayuntamientos.
Lo peor es que la cifra se incrementa cada vez que se registra un cambio de autoridades en los municipios, porque los alcaldes contratan nuevo personal pero ni liquidan a los trabajadores despedidos conforme a la legislación vigente.
Barradas Mendoza apuntó que son dos los periodos críticos en cuanto a despidos de personal: cuando entran los nuevos alcaldes y cuando faltan algunos meses para concluir sus periodos al frente de los ayuntamientos y buscan adelgazar la nómina.
Por supuesto, esos problemas se heredan y se prolongan de manera innecesaria, de tal manera que hay casos que datan de hace 7 años y los montos crecen de manera exponencial. Hasta hoy, la cifra de los laudos laborales pendientes de pago por parte de los ayuntamientos veracruzanos supera los 500 millones de pesos, el 25 por ciento adicional a toda la deuda con proveedores y a los saldos por emisiones bursátiles.
Uno de los ayuntamientos con esos problemas es Tlapacoyan, donde la alcaldesa Nayeli Jarillo solicitó a la Legislatura autorización para adquirir un crédito por 4 millones y medio de pesos para pagar laudos que arrastraba su administración por un monto superior a los 3.4 millones.
El asunto es que recibió el dinero pero no pagó los laudos pendientes, por lo que ahora le llaman a cuentas los diputados, a través de la comisión de vigilancia. Así es que en serios problemas podría verse el tesorero Siddhartha Aquino y, por supuesto, la alcaldesa Jarillo Núñez, a quien ubican en su pueblo como clienta frecuente de Las Vegas.
Este día, por cierto, la alcaldesa rinde su tercer informe y existe la amenaza de toma de Palacio Municipal por parte de sus empleados, a quienes no se les ha pagado ni siquiera la primera quincena de diciembre.
Pues bien, en un escenario similar concluyen los actuales ayuntamientos del estado: deudas, problemas y laudos que se heredan a las siguientes administraciones municipales. @luisromero85