Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
Verificación vehicular
Ayer, ante la Legislatura del Estado, el ejecutivo veracruzano presentó una iniciativa relacionada con la operación de los centros de verificación vehicular, a fin de controlar de manera más eficiente a los módulos que funcionan para ello y que en muchos casos se han caracterizado por privilegiar el precio del engomado por encima de los criterios estrictos que deben prevalecer.
Actualmente, quien paga los 185 pesos por la verificación realiza el trámite sin importar ni el modelo, ni el estado mecánico, ni las emisiones de la unidad porque, como dicen los verificadores “todos pasan.”
Debido a ello, la iniciativa turnada al Congreso de Veracruz busca dar mayores facultades a la Secretaría del Medio Ambiente y a la Procuraduría de esa materia, aplicar multas a los propietarios de los automotores que no sean revisados y concesionar la operación de los centros de verificación por 20 años con la posibilidad de duplicar el periodo.
El documento también expone la necesidad de instalar fuentes de monitoreo de la calidad del aire, a fin de garantizar a los ciudadanos un entorno ambiental con menos índices de contaminación y mejor calidad del aire. En ese contexto, Duarte de Ochoa propuso reformar la Ley Estatal de Protección Ambiental, el Código Financiero y la Ley de Tránsito y Transporte para el Estado de Veracruz.
De acuerdo por el boletín emitido por la oficina de Comunicación Social de la Legislatura del Estado, la propuesta del gobernador plantea, en su parte central, “otorgar facultades en materia de prevención y control de la contaminación a la Sedema y a la Procuraduría de Medio Ambiente, para establecer y prestar el servicio público de verificación de calidad del aire… y limitar o prohibir la circulación de los vehículos cuyos niveles de emisión de contaminantes rebasen los límites máximos permisibles que marca el Programa de Verificación Vehicular Obligatoria.”
El tema va de la mano del aumento en el parque vehicular veracruzano; sólo en la ciudad de Xalapa, el incremento es alarmante: la ciudad pasó de 37 mil unidades en 1987 a casi 68 mil vehículos hace una década. Hoy, más de 160 mil automóviles circulan en esta capital, que se ha convertido en una de las ciudades más complicadas del país en cuanto a la vialidad. Por si fuera poco, cada año se suman otros 10 mil autos al parque vehicular xalapeño; lo peor es que de acuerdo con la Alianza Veracruzana de Centros de Verificación, solo el 35 por ciento de las unidades cumplen ese requisito.
Podríamos decir que existe un auto por cada tres habitantes y por cada dos casas habitación hay tres automóviles. Proporcionalmente, Xalapa casi triplica en esa materia al Distrito Federal, donde existe un auto por cada ocho habitantes. Si a eso le sumamos las unidades del servicio público, más de mil 500 autobuses y 7 mil taxis, el panorama se complica todavía más, porque muchos autos ya no están en condiciones de circular.
Las multas, la medición de la calidad del aire y el retiro de las unidades que no sean verificadas son disposiciones que podrían resultar poco populares, sobre todo si se considera el alto número de vehículos viejos, chatarras que ruedan por calles, avenidas y carreteras veracruzanas y que son verdaderos focos de contaminación; sin embargo, son medidas necesarias para evitar problemas futuros, como los relacionados con la salud pública. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/