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Ángel Rafael Martínez/80 Años del fallecimiento de Maximino Ávila Camacho
XALAPA, Ver., 8 de marzo de 2013.- Hace apenas unas semanas, en su comida anual de Alianza Generacional el senador Héctor Yunes endilgó una serie de improperios al gobierno encabezado por Javier Duarte de Ochoa.
Sin mencionar el nombre del mandatario, el político veracruzano reflejó en su largo y apoteósico discurso todo el rencor y encono que en ese momento sentía en contra de quien según su sentir había descarrilado su proyecto hacia el 2016 al determinar con el apoyo del Congreso local que el próximo gobernador sería solo por dos años.
Presente en esa reunión, su compañero de cámara José Yunes Zorrilla que si bien aplaudió entusiasmado el discurso, se guardó, fiel a su prudencia, que muchos califican como tibieza, de respaldar públicamente a Héctor en su alocución iracunda.
Hace poco más de dos semanas, en el sepelio del hermano de Don José Yunes, un político local que estuvo departiendo con el senador de Soledad de Doblado, comentó que escuchando a Héctor le parecía estar frente a Miguel Ángel Yunes por el cúmulo de amenazas proferidas contra el grupo gobernante.
Hoy, los papeles del bueno y el malo parecen haberse intercambiado.
Héctor como por arte de magia bajó el tono de sus críticas, se le nota sonriente y sosegado; en cambio, el tranquilo Pepe Yunes parece haber despertado de la modorra política en la que estaba sumido, y ha empezado a alzar la voz en cualquier escenario público o privado, haciendo duros cuestionamiento al gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Este domingo, durante la realización del Consejo Político Estatal para ratificar a Alfredo Ferrari y a Corintia Cruz al frente del PRI estatal, sin ningún rubor ni cortesía, el senador Pepe Yunes abandonó el presídium momentos antes de que el gobernador Javier Duarte hiciera uso de la palabra y definiera a la unidad como el mayor valor priista.
Se sabe que Pepe Yunes se ha negado sistemáticamente a dialogar con el gobernador tras la decisión política de una gubernatura de dos años, y ha expresado en diversos tonos que irá en contra de cualquiera que sea nominado desde palacio de gobierno.
Aún no decide si participaría en la contienda del 2016, ya que asegura que toda su vida se preparó para ser gobernador de seis años.
La pregunta obligada es: ¿Pepe Yunes irá en contra, si el nominado desde palacio de Gobierno es Héctor Yunes?
El senador oriundo de Soledad de Doblado, y primo hermano de Miguel Ángel Yunes Linares, ha negado enfáticamente haber llegado a algún acuerdo político con Javier Duarte de Ochoa, pero lo hechos prueban que miente.
La designación de Yolanda Gutiérrez Carlín en la Secretaría de Protección Civil, sitio al que antes impidió llegar a otro de sus seguidores, Jorge Moreno Salinas, muestra el acercamiento entre el mandatario y su otrora detractor.
Edmundo Martínez Zaleta en Tránsito es otra de las concesiones a Yunes Landa.
Y un dato más que demuestra plenamente el pacto: Héctor Yunes será el responsable de la movilización del voto duro priista el día de la elección federal.
Una tarea que por cierto tuvo a su cargo en la elección del 2010, en donde Javier Duarte de Ochoa estuvo a punto de perder frente a Miguel Ángel Yunes Linares; pero en el presente, Héctor Yunes se la jugará en serio en favor de los candidatos priistas, toda vez que va su propio proyecto político en juego.
¿Qué pensarán de este pacto, los integrantes del grupo selecto que hoy buscan ser diputados federales y que se autopromocionan como los seguros sucesores?
Erick Lagos, Alberto Silva, Adolfo Mota y Jorge Carvallo, cada uno con sus ambiciones a cuestas, anhelando ser el huésped principal de palacio.
Todos ofreciendo en prenda su lealtad absoluta e incondicional al mandatario actual, promesa que seguramente se desvanecería apenas alzaran la mano para rendir protesta.
Y vaya esta anécdota como ilustración. Era 1 de diciembre de 2010, la ceremonia de toma de posesión de Javier Duarte había concluido, el nuevo gobernante había ya abandonado el palacio legislativo, iniciaba su gobierno.
Fidel Herrera Beltrán aprovechaba los últimos reflectores, y se despedía de todos y cada uno de los que aún pululaban en el recinto, un ex colaborador suyo, que formaba ya parte del nuevo gabinete, en un acto de solidaridad y de agradecimiento esperaba su turno para despedirse del ex gobernador.
En ese momento, a su lado pasó Erick Lagos quien le preguntó qué estaba esperando para irse a palacio a rendirle honores a Duarte de Ochoa.
Ingenuo el político le respondió que deseaba despedirse de Fidel y agradecerle el haber trabajado a su lado, a lo que el hoy aspirante a diputado por el distrito de Acayucan le espeto “no seas p… que se quede (Arturo) Ugalde con él, nosotros vámonos a alcanzar a Javier en Palacio”.
De ese tamaño la lealtad y el agradecimiento, actitud que en espejo se reflejaría en los otros supuestos encartados en la sucesión frente a su padrino y promotor, Javier Duarte de Ochoa.
¿Sería agradecido Alberto Silva, quien siempre calificó al candidatura de Javier Duarte como errónea, de la que se pensaba merecedor ya que según sus propias palabras “era más inteligente, disciplinado, trabajador ”, y, obvio, más guapo?
¿Sería leal Adolfo Mota, quien supo siempre que había sido incrustado a fuerza en el gabinete de Javier Duarte, y que soportó por mucho tiempo humillaciones de los considerados favoritos del gobernador?
¿Lo protegería Jorge Carvallo, quien es candidato simplemente porque algún benefactor cercano a Los Pinos impulsó su nominación y el hoy candidato ha sido blanco de intrigas y complots desde distintos flancos del poder?
Y la pregunta más importante: ¿Puede Javier Duarte confiar en Héctor Yunes?
Quadratín 1.- Fidel Herrera nunca se ha ido, la nominación de Carolina Gudiño lo demuestra.
Quadratín 2.- Alfredo y Corintia, una interrogante para el futuro del PRI.
Quadratín 3.- Esta semana se activara de nuevo el tema de los periodistas agredidos. El tema de Goyo revivirá.
Quadratín 4.- De chiste la respuesta de Harry Grapa, ante la observación de la ODECABE de que Veracruz debe todavía 600 mil dólares por la organización de los juegos centroamericanos. Según el ausente secretario, sólo debe 160 mil dólares.