
Xalapa, una ciudad segura para vacacionistas
XALAPA, Ver., 30 de septiembre de 2014.- La relación que existe entre los jóvenes y los policías es conflictiva en ciudades como Xalapa, señaló el investigador de la Universidad Veracruzana (UV), Ernesto Treviño Ronzón, quien dijo que las generaciones actuales no conocen una vida en la que la violencia no esté presente.
«Millones de personas de esta generación viven en contextos ontológicos violentos que no conocen una vida en donde la violencia no sea predominante. Los estudios también nos muestran que entre más precaria es la zona en donde viven, así como su condición económica o de escolaridad, es más común, aunque no determinante, que ciertas modalidades de violencia sean más comunes o predominantes», dijo.
En ese sentido, señaló que en ciudades como Xalapa la interacción entre los jóvenes y la policía es problemática y conflictiva y está vinculada a varios factores como las condiciones socio-espaciales en que se dan los encuentros en las ciudades o la rudimentariedad con la que tienden a actuar los cuerpos policiacos, que con frecuencia implica el abuso de fuerza y la agresión física y verbal, y hasta el abuso sexual.
«El periodo entre 2008 y 2012, México experimentó uno de los momentos más dramáticos en materia de vivencia social de actividades delictivas de que se tenga registro. Ha sido un momento del cual no hemos terminado de salir y cuyos efectos se siguen experimentando con olas de altos y muy altos picos», precisó.
El investigador destacó la necesidad de relanzar, profundizar y en algunos casos los estudios sobre violencia y políticas públicas orientadas a su atención y el impacto de ambas en la población.
«Los jóvenes se ven a sí mismos como víctimas de la delincuencia, particularmente de la violencia que ejercen los policías a la hora de establecer un control en su entorno inmediato; esto es, en los barrios», señaló.
Y dijo que algunos han naturalizado la violencia que ellos mismos ejercen y no la consideran como tal.
«La interacción con los policías es conflictiva y de rechazo, se les considera corruptos y prepotentes como agentes que actúan en forma discriminatoria y actúan con prejuicios a la hora de ejercer su función», lamentó.