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POZA RICA, Ver., 14 de abril de 2014.- El comerciante Miguel P. , después de haber frustrado un asalto contra su persona en el interior de la institución bancaria Bancomer, ubicada sobre el bulevar Ruíz Cortines de esta ciudad, y haber salvado a su familia de la delincuencia, hoy tiene que sufrir la indiferencia de las autoridades Ministeriales, quienes a más de 48 horas del hecho no le han tomado el examen del médico legista, tanto a él, a su cuñada e hija quienes resultaron con lesiones por golpes y cachazos en varias partes del cuerpo.
Fue el pasado viernes, al filo del mediodía cuando -narra Miguel- acudió a Bancomer Palmas, en compañía de su hija y su cuñada, para el cobro de algunos cheques con los cuales habría de realizar transacciones comerciales, apoyado por sus familiares; desde el arribo a la institución bancaria -dijeron- notaron un trato diferente de parte de la gerente de la institución, quien aparte de entretenerlos, notaron, se puso a hacer llamadas.
“Al solicitar que nos autorizaran los cheques, la Gerente puso algunas trabas para poder autorizarlos; de ahí después de haber autorizado los cheques, se va hacia la bóveda, le da los cheques a un cajero que ni siquiera iba a atender a mi hija y a mi cuñada, después de eso les pagan los cheques, voy a que me autoricen otro cheque más que traía, mi hija se sale de la fila, mi cuñada se queda llenando otro cheque con sus datos, y cuando me están autorizando el otro cheque, es cuando escucho que mi hija dice ¡papá!, volteo y veo a un tipo que la tenía tirada en el suelo, apuntándole con una pistola, me voy hacia él, le grito con groserías, ¡suéltala!”, describe el entrevistado.
Añadió Miguel que le resulta sospechoso el hecho del porqué el delincuente se fue directamente sobre su hija, a quien le pidió que le entregará su bolsa. La joven se opuso, abrazó su bolsa y se tiró al suelo.
“Me encañona y empieza a accionar la pistola sin haber detonaciones, y después de eso suelta a mi hija, quiere salir corriendo, me abalanzo sobre él a tratar de desarmarlo y empezamos a forcejear, mi cuñada se acerca a ayudarme, en ese momento ella recibe un cachazo en la cabeza, otro en la cara; y yo sigo luchando con el delincuente, el cual logra zafar la mano y propinarme cachazos, dos en la cabeza y cuatro en el rostro y se me logró escapar”, agregó el entrevistado quien dijo sentirse molesto, frustrado e impotente, ya que nadie se acercó a ayudarlo.
Describió que el personal de la institución bancaria nunca hizo algo por ayudarlo, sino por el contrario simplemente se limitaron a seguir atendiendo a quienes estaban haciendo fila. “Nunca activaron las alarmas del banco, nunca cerraron las puertas para poder detener al delincuente, nunca se hizo nada por parte de nadie, ni por personal del banco ni ninguna otra persona, todo lo hicimos mi cuñada y yo, por defender a mi hija”, dijo el comerciante.
Después de lo ocurrido -asegura la víctima- el banco se negó a hacer efectivo el cobro de un cheque que no pudo cobrar antes del forcejeo con el delincuente, y que en consecuencia quedó manchado de sangre. “Ahora se niega la institución a querernos pagar un cheque porque está manchado de sangre, siendo que las manchas están comprobadas por los hechos que se suscitaron dentro de la institución, del banco”, agregó.
El comerciante lamentó la versión de los hechos manejados por las autoridades hacia los medios de información, ya que señalan que se trató de un asalto a un comerciante “pudiente”, cuando “lo único que hago todos los días, es salir desde las cinco de la mañana para tratar de llevar el pan para mi familia”.
Aunado a lo anterior Miguel P., este fin de semana aseguró que sufrió la indiferencia del personal del Ministerio Público, quien si bien levantó la denuncia de hechos conforme a la Averiguación Ministerial PZR4/188/2014, después de 48 horas de ocurrido el suceso, el médico legista no se presentó para hacer la correspondiente evaluación médica. “El sábado nos tuvieron aquí esperando ocho horas”, describe Rosario U., cuñada de Miguel P., quien también fue lesionada a cachazos por parte del frustrado delincuente.
El médico legista aún era buscado por el agente Cuarto del Ministerio Público Alberto Torres Rivera, la tarde del pasado domingo, y este aún no aparecía, lo que generó aún más la indignación de los ofendidos, quienes después de esperar nuevamente por largo tiempo, decidieron retirarse de nuevo del lugar.
Los agraviados demandan que Bancomer se haga responsable de estos lamentables hechos, y que pague el banco el cheque que falta por cobrar, “que se haga responsable de los gastos médicos que ocasionados por las heridas que nos infringieron dentro de la institución”, además de exigir a la institución bancaria proporcione el video de los hechos para poder “identificar a la persona que nos agredió, y se lo proporcionen a las autoridades y no digan que no tienen elementos viables para poder perseguir este delito”.
“Me siento vulnerable por que no siento ninguna seguridad, vivo en constante zozobra pensando que le van a hacer daño a mi familia, porque no sé quiénes son, el banco no denunció porque no ve afectados sus intereses, cuando deberían tomar cartas en el asunto y hacer que todas las instituciones, cuenten con cuerpos de seguridad, pagados por ellos mismos, para que le brinden cierta seguridad a sus clientes, pues somos los cuentahabientes de quienes ellos viven”, asegura el entrevistado.