Necesarios, más colectores pluviales en puerto de Veracruz
XALAPA, Ver., 1 de mayo de 2015.- Ese fino y picaresco humor que caracteriza al licenciado, bueno a Magno Garcimarrero Ochoa —le quito lo de licenciado porque aquí en Xalapa todos los políticos lo son, aunque nunca hayan pasado un aula de la Facultad de Derecho—, es sorprendente. Cuando se pone a platicar contigo no sabes con qué te va a salir, pero esperas sus palabras con ganas porque sabes que te arrancará una sonrisa. No una, sino miles.
Hombre leído, es diputado y senador, escribe libros y sus anécdotas realmente son de antología. En estos días anda sube y baja Xalapa en campaña para conseguir la diputación federal cobijado por la coalición PRD-PT y desde luego que tiene muchos seguidores.
Ya conoce el sentir de los xalapeños que lo abordan, sus peticiones sobre sus precarias situaciones, le piden trabajo y no quieren ser engañados.
Tuve una charla con él donde manifestó su interés por servir a la capital de Veracruz. No faltaron los chuscos comentarios y anécdotas, tanto que ya lo comprometí para que estuviera en otras ocasiones con nosotros para seguir con más conversaciones repletas de graciosas anécdotas como solo él las sabe contar y para muestra les dejo una nota que publicó en su Facebook, fechada el 30 de abril:
“Ayer en el mercado Jáuregui, lejos de lo que suponíamos, tuvimos una recepción muy cordial y de buen humor; los locatarios y marchantes dijeron conocerme, que habían leído algunos de mis libros y lo que escribía en los periódicos, que me oían con mi hermano en radio UV cuando hacíamos el programa sabatino de La Penúltima Carcajada de la Cumbancha.
“Un caballero que de momento se negó a recibir un calendario con mi propaganda, me dijo: ‘si me explica sus propuestas pensaré si voto por usted’, y ahí mismo le hablé del reconocimiento universal del derecho personalísimo de decisión sobre la vida y muerte dignas. Cuando me quedé callado aceptó que lo había convencido y me recibió el calendario.
“Por la tarde tuve una reunión secreta con otro candidato, que por ser secreta no se las platico, y a las siete de la noche ocurrí a atender la invitación de una reportera de la difusora ABC ubicada en el edificio anexo al ‘Diario de Xalapa’. El programa se llama ‘Platicas de café’, lo conduce Valeria Marcial, quien en efecto hace honor a sus nombres: es valerosa y aguerrida. Felicidades. Además de ella estaban otros tres reporteros, muy jóvenes e igualmente aguerridos: Adriana García, Ricardo Flores y Arturo Arellano. Me echaron montón y lo que se suponía que fuera una plática de café se convirtió en un interrogatorio policiaco donde el reo sentado en el banquillo de los acusados fui yo. Bondadosamente, me comparé a Galileo enjuiciado por el Santo Oficio.
“Cuestionaron incluso la idoneidad de mi proyecto de voluntad anticipada, por lo que intenté explicar su fundamento sobre el derecho de decisión íntima y personalísima que debe tener todo ser humano en la vida y al final de ella, con la que convencí al marchante del Jáuregui en la mañana, pero creo que fracasé, como me ocurre frecuentemente cuando intento explicarlo a quienes por otras necesidades se acostumbran a posponer o anular sus propias decisiones para obedecer mandatos ajenos”.
Suerte el día 7 de junio cabrón… sí, así me llevo con este personaje.