
De una niña, el primer caso humano de influenza aviar A en México
MÉXICO, DF., 11 de septiembre de 2015.- La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) no atraerá el caso de Moisés Sánchez Cerezo ya que determinó que su principal actividad era la de taxista y no el periodismo, el cual hacía “de manera esporádica”.
En un reportaje publicado por Animal Político informa que la Fiscalía hizo una serie de entrevistas a vecinos de Medellín de Bravo, exfuncionarios y exempleados del Ayuntamiento así como a familiares de Moisés Sánchez, algunos aseguran que desconocen el semanario La Unión y la actividad periodística de Moisés, mientras que otros refieren que sí conocían su trabajo periodístico y su activismo en el municipio.
Entre los testimonios que emplea la Fiscalía para descartar que Moisés Sánchez era periodista también está la declaración ministerial de Clemente Noé Rodríguez, uno de sus presuntos agresores hoy preso, quien se refiere a Moisés en su confesión como “un taxista de la localidad”.
Asimismo, la Fiscalía concluye que Moisés ejercía el periodismo “de manera esporádica” a partir del testimonio del hijo del comunicador, Jorge Sánchez, quien al ser preguntado sobre la periodicidad en que su padre publicaba La Unión, éste refiere que la última vez fue ocho meses antes de su homicidio.
Además, la PGR también incluye las repuestas de directivos de los diarios Notiver, Órale, Imagen del Golfo y Diario del Puerto, quienes niegan que Moisés Sánchez formara parte de su plantilla editorial o que les prestara sus servicios como reportero, tal y como se había apuntado en un principio.
Por otra parte, para concluir que Moisés Sánchez no era periodista la PGR usa una definición de la labor periodística emanada del acuerdo A/145/10, por el que se creó la FEADLE en el año 2010.
Según este acuerdo, la labor periodística se entiende “como la que lleve a cabo una persona física o moral que se dedique a través de un medio de comunicación a tareas de información o de creación de opinión”.
No obstante, tal y como señala Artículo 19, la Fiscalía omite usar para este caso una definición de la labor periodística posterior que es mucho más amplia.
Se trata de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, publicada el 25 de junio de 2012, la cual entiende por periodistas “las personas físicas, así como medios de comunicación y difusión públicos, comunitarios, privados, independientes, universitarios, experimentales o de cualquier otra índole cuyo trabajo consiste en recabar, generar, procesar, editar, comentar, opinar, difundir, publicar o proveer información, a través de cualquier medio de difusión y comunicación que puede ser impreso, radioléctrico, digital o imagen”.
Esta resolución de la PGR consta en el oficio DGCAP/OAXICP/0127/2015, fechado el 21 de agosto de este año, es respuesta a un recurso de amparo interpuesto el 1 de abril por la organización Artículo 19, luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) –de la que depende la FEADLE- expone que no hay elementos suficientes para sostener que la privación ilegal de la libertad y el posterior asesinato de Moisés se deba a su condición de periodista; trabajo que la Fiscalía indica que hacía “de manera esporádica”.
La dependencia afirma en que el caso no es objeto de atracción –el pasado 28 de febrero ya se pronunció de manera idéntica-, por lo que apunta que éste debe ser investigado por las autoridades de Veracruz.
Artículo 19 documentó que de acuerdo al artículo 10 del Código Federal de Procedimientos Penales, el caso de Moisés aplicaba en al menos seis de los 10 supuestos bajo los cuales la FEADLE podía atraer delitos contra la libertad de expresión.
Sin embargo, la autoridad llegó a la conclusión de que Moisés Sánchez no era periodista -en concordancia con lo que había señalado el gobernador de Veracruz, Javier Duarte cuando se conoció de los hechos, sobre las actividades que realizaba de “conductor de taxi y activista social”-.
INFORMACIÓN DE ANIMAL POLÍTICO