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XALAPA, Ver., 24 de mayo de 2016.- Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera fue engañado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (FBI), cuando le hicieron creer que miembros de la mafia italiana estaban interesados en importar droga y recibieron 346 kilos de cocaína, con valor de 480 millones de dólares.
Según una investigación publicada por el diario español El Mundo, cuando ya había conquistado el mercado estadounidense de la cocaína, “El Chapo” quiso expandir su negocio y llegar a Europa. Pidió a sus colaboradores cercanos que buscaran contactos, que hicieran networking y le trajeran posibles socios, rutas y formas de llegar al otro continente.
En julio de 2009, Álvaro Rivera Pedrego, miembro del cártel de Sinaloa, se reunió en Agua Prieta, Sonora, con un hombre que para efectos de esta historia llamaremos Alejandro, un delincuente con una historia criminal sólida.
Rivera Pedrego sabía de sus contactos con mafias europeas, los socios perfectos para la empresa Guzmán Loera, por lo que le dijo que arreglaría una reunión con su jefe, aunque al final lo contacto con Jesús Manuel Gutiérrez Guzmán, su primo. Al fin este era un negocio familiar.
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