Escenario

¿Homologación electoral?

La gubernatura de Veracruz es un gran platillo político. Enorme, podría decirse, sin temor a exagerar. Llegar a la silla principal del Palacio de Gobierno en Xalapa le quita el sueño a muchos, aunque pocos, realmente, cuentan con las posibilidades para alcanzar ese privilegio. Este platillo es servido cada seis años, pero ahora, so pretexto de la reforma política electoral recién aprobada, hay quienes andan muy acelerados.

Quizá cada cual viendo por su conveniencia, hay los que sostienen que deberán homologarse los calendarios de elecciones federales con estatales y que, por eso, podría elegirse o nombrarse (vía adecuaciones legales pertinentes) a un gobernador de Veracruz para un periodo de 2 años, una vez que concluya su mandato el actual.

No faltan por ahí también quienes comentan que el sexenio vigente podría extenderse 2 años, o bien, que el siguiente gobernador cubriera un periodo de 8 años. ¡Imagínese usted! Todo esto para empatar la elección de gobernador con la de presidente.

Frente a este río revuelto en el que algunos quieren salirse con la ganancia, el senador Pepe Yunes ya puso los puntos sobre las íes y aclaró que el Congreso local no está obligado por la reforma electoral a homologar las fechas de comicios estatales con los federales.

«La modificación de calendarios no está dispuesta ni estipulada en la reforma político-electoral que aprobó el Congreso de la Unión, por lo que no es un tema de agenda en ese contexto que deba atender el Congreso; es facultad del Congreso el poder atender, plantear, modificar esos asuntos, pero no en el contexto de la reforma federal, ahí no la propone», expresó.

Traducido esto para un buen entendedor, tendrá que asumirse que homologar las elecciones estatales con las federales termina siendo una decisión de mera voluntad política y no obligadamente por la reforma política.

Es más, esta reforma conlleva un sello muy panista, cuyos dirigentes nacionales andan bastante exigentes para hacer que los gobernadores se sometan a lo aprobado en el Congreso federal, como condición al PRI para sumarse a las leyes secundarias de la reforma energética.

Se trata, entonces, más de un capricho político que de un ordenamiento legal. El PAN quiere que el sistema electoral del país camine bajo sus reglas, las que ya ha conseguido insertar vía la reforma política. El INE, por ejemplo, resulta ser una especie de ente intromisorio en la soberanía de las entidades. Ahora los árbitros electorales estatales serán designados acorde a los intereses del centro del país. Si eran los gobernadores los que manipulaban estos organismos, nada nos garantiza que ahora la manipulación no vendrá de otro lado.

Lo que sí deben hacer los estados –dice el senador Pepe Yunes- es armonizar sus leyes locales para darle vigencia a la reelección de diputados y presidentes municipales (siempre que éstos últimos cumplan periodos de tres años) y reglamentar la figura de las candidaturas independientes, pero -debe insistirse- no existe obligación legal para homologar los calendarios electorales federales y estatales.

A ver si ya dejan de acelerarse los que han sembrado la confusión apostándole a una designación o elección “aunque sea” por dos años.

NUMERALIA

1.- La semana pasada, el jueves 12, fue emitido un comunicado oficial para señalar que no existían vías de comunicación interrumpidas en el Estado. La información se le atribuyó a la SIOP que comanda Gerardo Buganza. Sin embargo, algunos abogados nos comentaron que al menos hasta el jueves no había paso en la carretera que va de Xalapa a los juzgados de Pacho Viejo, salvo dando un rodeo bastante extenso. ¿Habrá mentirosos en la SIOP?

2.- Impactó la noticia del deceso de Valentín Ruiz, ayer. Logró ubicarse como uno de los constructores más importantes y mantuvo relaciones sociales, económicas y políticas muy destacadas. Miembro distinguido de la sociedad veracruzana. Admirado y criticado también. En fin, en este Día del Padre, se nos adelantó en el camino a la eternidad, tras una larga lucha contra la enfermedad que lo aquejaba. Descanse en paz.

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