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XALAPA, Ver., 20 de octubre de 2014.- La industria cañera en Veracruz es uno de los principales y más graves factores de contaminación y cambio climático, consideró el académico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas-Golfo), Hipólito Rodríguez Herrero, quien sostuvo que los empresarios deben buscar la manera de emplear nuevas tecnologías en los procesos.
“Aparentemente el tema de la caña y el azúcar no tiene que ver con el cambio climático, y en el fondo tiene mucho que ver con esto. Tenemos que abandonar las prácticas agrícolas de este tipo que son monocultivos que envenenan la tierra, que generan gases de efecto invernadero”, sostuvo.
Aunque reconoció que esto significaría una inversión fuerte, se podrían ahorrar los recursos que cada año son destinados a resarcir los daños que dejan a su paso algunos fenómenos climatológicos que son ocasionados por la contaminación, y dijo, la zafra es uno de los procedimientos que más contamina.
“Claro que implica una inversión, pero va a implicar también un gran beneficio para la sociedad. Se pierden millones por desastres naturales, invertir en cambiar los patrones de producción es la mejor inversión que puedes hacer porque eso va a contribuir a que reduzcamos las emisiones de gases».
En ese sentido, abundó que la forma en que se corta la caña, quemando miles de hectáreas por cosecha, está acabando también con la fertilidad del suelo, situación que ha sido modificada en países productores de azúcar como Cuba, Australia y Sudáfrica.
“Los propios agrónomos ya lo saben perfectamente, la caña de azúcar es un cultivo que le hace mucho daño a la tierra. Cada año se hace la zafra, se queman los cañaverales y eso es una práctica que en muchos lugares del mundo ya no se hace, porque quemar la caña, quemar el suelo, es destruir todos los elementos nutritivos que tiene la tierra”.
El especialista lamentó que en México se siga empleando esta dañina técnica debido a que se prefiere quemar la cosecha en lugar de invertir en tecnología que permitiera llevar a cabo los procesos de manera más limpia.
“La siguen practicando aquí por una cuestión de ignorancia y por comodidad, sería mucho más fácil quemar la plantación que realmente tomarse el trabajo de adoptar otras tecnologías que permitieran cuidar el medio ambiente, no contaminar, no lastimar el suelo y procesar de una manera más limpia, más eficiente la caña”, concluyó.