Habilita Gobierno de Coatza 3 refugios para damnificados por lluvias
MORELIA, Mich., 18 de enero de 2015.- Justo cuando México se disponía a asombrar al mundo con el fin de 76 años de monopolio estatal del petróleo, el mundo lo ha sorprendido con una vertiginosa caída del precio del crudo, destaca el diario El País en su portal digital.
El impacto ha sido fulminante, dice el diario, y explica: “la salida a concurso de los primeros yacimientos, la denominada Ronda 1, cuidada al extremo por el gobierno federal, consciente de que era la más importante apuesta económica de México en décadas, se ha topado con un escenario yermo, marcado por un barril WTI (West Texas Intermediate, de referencia para América) a unos 45 dólares, cuando seis meses antes, en pleno debate de la reforma energética, alcanzaba los 100”.
Las consecuencias de este salto al abismo no se han hecho esperar. El peso se ha depreciado, la Bolsa se ha desinflado y el desánimo surgido a remolque de espantos como la tragedia de Iguala ha tomado cuerpo económico.
Un viento gélido empieza a colarse por todas partes. Pemex, la petrolera pública, ha iniciado, como BP o Shell, un recorte de los servicios contratados, y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ha reconocido la posibilidad de un tijeretazo en el gasto público. Pero más allá de los ajustes internos, el hundimiento del crudo ha sacado del armario el fantasma más temido por el Ejecutivo: el posible fracaso de las licitaciones petroleras, la joya de la corona de la era Peña Nieto y a la que el presidente ha ligado su futuro.
(El artículo completo en http://economia.elpais.com/economia/2015/01/16/actualidad/1421412995_624473.html.)