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COATZACOALCOS, Ver., 22 de septiembre de 2015.- El secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González, y el presidente Municipal, Joaquín Caballero Rosiñol, atestiguaron el avance de los trabajos de conexión de los elementos del Túnel Sumergido, que han entrado en su última etapa: en dos meses más, por primera vez, los trabajadores podrán cruzar caminando de una margen a otra del río Coatzacoalcos.
Es el tiempo que tomará a la compañía holandesa Volker Stevin International construir la “junta de cierre”, de apenas metro y medio de ancho, que completará físicamente la estructura del Túnel y lo convertirá en un solo cuerpo de 850 metros de longitud, sumergido bajo las aguas del río Coatzacoalcos. Para fines prácticos, el Túnel estará terminado.
Faltarán varios meses de trabajo para construir el pavimento interior sobre el cual rodarán los vehículos y la introducción de kilómetros de cables y tuberías de sistemas eléctricos, alumbrado, ventilación, drenajes y cámaras de vigilancia.
También, habrán de pavimentar la vialidad de un kilómetro y medio que enlazará la rampa del Túnel en la margen del lado de Allende con la avenida Jesús García Corona, en terrenos que todavía son propiedad de Petróleos Mexicanos y cuya donación está prevista para aprobarse en la sesión del Consejo de Administración convocada para este jueves 24 de septiembre.
Al mismo tiempo, se rellenará -ya empezaron- la excavación que fue necesaria hacer para construir la rampa de acceso en la calle General Anaya y Cristóbal Colón, en el lado de Coatzacoalcos. La intención es volver a pavimentar esta última, fracturada para permitir las obras y cerrada al tránsito desde hace una década. También, reponer el parque que fue removido y que se ubicará en el mismo lugar, sólo que esta vez con el Túnel debajo.
El gerente de proyecto por parte de Volker Stevin International, el holandés Martien Huijbers, explicó las etapas de trabajo en las próximas semanas decisivas para la “junta de cierre”: lo primero es limpiar de sedimentos el espacio de metro y medio existente entre el elemento número cinco del Túnel y la rampa de acceso en el lado de Coatzacoalcos, que se ha azolvado con la corriente del río desde que se suspendieron los trabajos hace dos años.
Ahí, con las aguas del río Coatzacoalcos a 18 metros sobre sus cabezas, comprobaron lo que una visita anterior ya había revelado: el Túnel es impermeable, sus paredes permanecen intactas y carece de filtraciones.