
De una niña, el primer caso humano de influenza aviar A en México
XALAPA, Ver., 30 de septiembre de 2015.- Sólo tres por ciento de los delitos que suceden en el país son denunciados, alertó el director ejecutivo de Amnistía Internacional, Perseo Quiroz Rendón, quien atribuyó que el otro 97 por ciento no lo hace por desconfianza en las autoridades o temor a sufrir represalias.
En entrevista para Conexión Veracruz, dijo que al día de hoy existe un registro oficial que ronda las 25 mil personas desaparecidas, a lo cual se le suma la cifra negra (los casos no denunciados); en el caso de la tortura, existen dos mil denuncias.
No obstante, consideró que por el problema de la no denuncia, las cifras oficiales se quedan cortas para diagnosticar correctamente el problema en materia de seguridad y derechos humanos.
Recordó que la visita “in loco” de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) responde a la grave situación de Derechos Humanos por la que atraviesa México, lo cual no hacía desde hace 20 años, pues si bien es cierto que ya habían venido los relatores, no lo había hecho toda la comisión.
“Si bien es cierto que se da a invitación del estado mexicano, también es cierto que el contexto por el que atraviesa México vino a forzar la visita”.
Consideró lamentable que entre los estados que haya escogido la CIDH se encuentre Veracruz, pues está dentro de la lista por las quejas que ha habido en materia de libertad de expresión.
Recordó que el relator de Libertad de Expresión se reunió con organizaciones, periodistas y organismos vinculados al trabajo de los comunicadores para realizar un análisis del problema.
Cuestionado por el problema de desapariciones forzadas, el especialista de Amnistía Internacional declaró que es uno de los temas centrales, pues el pasado lunes hubo una reunión entre los relatores y familiares de personas desaparecidas de muchas partes del país, lo cual demuestra que no hay un solo estado en donde se dé esta situación y que son muchas las familias que padecen este dolor.
No obstante, consideró que el verdadero trasfondo de la visita es la política de seguridad que aplica el estado mexicano, por el cual se ha decidido enfrentar la violencia con más violencia, “es una política de mano dura”.
Reveló que las cifras de desaparecidos y torturados comenzaron a subir en 2006 cuando se entabló la estrategia de seguridad, y aunque acotó que ha ido bajando, consideró que en los últimos 10 años es un número alarmante, pues se habla de un incremento del 600 por ciento.
Al ser cuestionado sobre en qué radica la eficiencia de los organismos gubernamentales para combatir estos temas, consideró que éstos son paliativos y reactivos que se crean a partir de crisis y no con la visión de prevenir que estas crisis tomen lugar.
“Creo que mucho de lo que tenemos es reactivo y no está enfocado a la parte preventiva”; además, muchos de los mecanismos se ven desde el punto de vista legal y no desde políticas públicas direccionadas a la prevención.