Tatahuicapan, siempre dispuesto al diálogo: alcalde
XALAPA, Ver., 30 de julio de 2015.- En Veracruz, el tema de la trata de personas es atendido desde distintas instancias, y aunque las denuncias al respecto continúan siendo pocas, la realidad es que día a día se comete este ilícito.
Tras los resultados que emitió la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su informe de actividades de este 2015, se revelan cifras alarmantes en este sentido.
Quadratín Veracruz solicitó abundar el tema con el titular la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Luís Fernando Perera Escamilla; sin embargo, se encontraba fuera del territorio estatal, justamente en este periodo de descanso de verano (en el que se observa un alza en los posibles casos de trata entre la población infantil -a decir del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia-), el jefe de la Unidad de Atención a Migrantes del organismo, Antonio Falcón Rodríguez, proporcionó la siguiente información:
La CEDH está vigilante de la situación mediante un trabajo coordinado con la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Familia y el Indígena del DIF Estatal, además de la Fiscalía General del Estado.
Dijo que de manera constante y permanente se realizan comisiones intersecretariales a nivel federal y estatal, justo para atender la problemática.
No se proporcionaron cifras de cuántas atenciones se han otorgado de enero a la fecha por esta causa, dado a que la persona que lleva a cabo tal registro también está ausente.
De tal forma, abundó que los trabajos que se realizan están enfocados a la prevención del delito y a la atención de víctimas.
Asimismo, la CEDH ofrece talleres de capacitación y conferencias de prevención contra la trata de personas tanto a servidores públicos y a adolescentes, principalmente, mediante el respaldo de las autoridades educativas.
A las víctimas se les da acompañamiento en el procedimiento jurídico y se les canaliza con las instancias involucradas para una atención integral y específica; es decir, evaluaciones médicas y terapias sociológicas o para cualquier otro requerimiento acorde de las necesidades.
Incluso, no sólo se respalda a la víctima, también a los familiares. Y es que la recuperación mental de la persona al saberse agredida de tal forma tiende a desarrollar cuadros de estrés postraumático y en núcleo en que se desarrolla es fundamental para su mejoramiento.