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Entran impunemente miles de armas por vacíos legales: Juan Carlos Loera
MÉXICO, DF, 27 de enero de 2015.- Ortodoncistas de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM, encabezados por Roberto Ruiz Díaz, crearon una máscara facial reversa con la que se puede corregir la mordida invertida –o cruzada– anterior, también llamada maloclusión clase III, que padece entre cuatro y cinco por ciento de la población mundial y entre nueve y 11 por ciento de la mexicana, informó la máxima casa de estudios en un comunicado.
Esta máscara ortopédica, con inventiva original, es producto de la investigación y desarrollo tecnológico de los universitarios en la clínica, donde observaron que las máscaras convencionales estaban contraindicadas en pacientes que crecen verticalmente (hiperdivergentes).
De acuerdo con un principio de la física, al jalar el maxilar por el punto de aplicación de la fuerza, la parte anterior asciende y la posterior desciende; es decir, la mandíbula rota en sentido horario, lo que incrementa la mordida abierta.
“… como modificamos la dirección de tracción y el concepto de máscara para ajustarla más fácilmente a la cara del paciente, nuestra máscara facial reversa tiene un apoyo cráneo–mentoniano que evita que se abra o se incremente la mordida y ayuda a descruzarla. Todas las máscaras trabajan en sentido sagital, pero la nuestra controla mejor los efectos adversos que se presentan con las otras”, explicó el especialista.
Actualmente, se trata con la máscara facial reversa ortopédica a 80 por ciento de los pacientes que llegan con retrusión del maxilar superior, una variante de la maloclusión clase II, esto en el Departamento de Ortodoncia de la División de Estudios de Posgrado de la FO.
En la mayoría de los casos, los pacientes presentan cambios favorables en los primeros cuatro meses: la mordida se descruza. La duración promedio del tratamiento, hasta que se suspende el uso de la máscara, es de entre nueve y 10 meses.
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