
Aseguran a migrantes en central camionera de Orizaba
XALAPA, Ver., 4 de julio de 2015.- Para la escritora y periodista Elena Poniatowska Amor, aprender a usar la computadora representaba una tarea complicada, pues reconoce haber sido calificada por uno de sus maestros en la universidad como “una de las personas más incapaces para aprender porque trataba la computadora como si fuera una hostia, un cáliz; no la quería ni mover”. A pesar de todo, este maestro, asegura Elena, era una persona muy amable.
El respeto que infundía en ella la tecnología era significativo: “Me aterré porque la trataba con enorme respeto. Tengo muchísimo respeto a las computadoras”. Sin embargo, en la Universidad de California, en Davis, se vio forzada a usarla, ya que debía asentar las calificaciones de sus estudiantes en una central en línea. Ya no podía calificar como en los años de María Canica, cuando la calificación se escribía con lápiz rojo y dices “muy bien, usted es buenísimo, haga la lucha, va a ver que sí lo logra”.
Ahora, la autora de “Lilus Kikus” (1954, obra inaugural) y La noche de Tlatelolco (1971) tiene destacada presencia en las redes sociales Twitter y Facebook, donde, dice, se ha dado una “relación muy bonita, en general, muy cariñosa con los usuarios”. Algunos le mientan la madre, lo reconoce, pero la mayoría “es de mucho cariño”.
Poniatowska sabe que el Internet y las redes sociales son un arma de doble filo, pues “pueden ser una maravilla, pero también pueden enajenar, principalmente a los adolescentes”.
Al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Complutense de Madrid (2015), la ensayista habló respecto del desplazamiento que causan dichos medios en el ambiente periodístico. Destacó que las nuevas innovaciones tecnológicas en Internet »han desbancado a los periódicos», al grado de que los kioscos en México se encuentran al borde extinción, pues la rapidez y el alcance de herramientas como Twitter o Facebook han propiciado que el reportero cibernético reemplace al que trabaja con tinta y papel.
Asimismo reflexionó sobre el tiempo que pasa la juventud conectada a una red social, y sobre cuánto de ello es útil para retenerlo en la memoria. »¿Somos más inteligentes desde que ponemos a freír nuestros sesos en Internet?», cuestionó.
Sin embargo, señaló la importancia de estos medios cuando se usan como aliados en acciones de gran relevancia social que tienen causas justas, como el movimiento Yo soy 132 o la reacción social por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
El pasado martes, Poniatowska Amor otra vez hizo historia: se convirtió en la primera escritora mexicana en presentar un libro a través de una red social. La premio Cervantes de Literatura leyó el primer capítulo de su obra “Dos veces única”, la cual se publicará en septiembre por el sello Seix Barral, de la casa editorial Grupo Planeta.
Con la publicación del primer capítulo de su más reciente obra, Poniatowska alude a las ventajas que las nuevas tendencias tecnológicas ofrecen al ámbito de la cultura en general, pues al ser las redes sociales la nueva jaula de la sociedad, la propagación tradicional de las nuevas manifestaciones artísticas y culturales no tienen eco en los distintos sectores de la población.
Ahora, Poniatowska prepara un nuevo libro para Ediciones Era, con entrevistas que ya se han publicado, pero que necesitan revisarse para que sean útiles. No hay que dudar que también esta obra se dé a conocer a través de las redes sociales.