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XALAPA, Ver., 9 de marzo de 2016.- “¿Que cómo me describo? Como una mujer de lucha”, así sin titubeos y de inmediato responde Gina Domínguez a la pregunta con que abrimos la charla.
Sentada en su oficina, atenta a la entrevista, pero sin perder de vista el monitor de la computadora donde se aprecia la pantalla de la agencia de noticias Quadratín Veracruz que ella dirige, y respondiendo a gran velocidad numerosos mensajes en su teléfono, agrega: “Pero también a veces me siento víctima, villana”.
“Al final de cuentas sé que vivimos en un mundo feroz y que lo que debe importarnos es cómo nos sentimos frente a nosotras mismas; la opinión que debe importarte es de tus verdaderos amigos y tu familia”.
Gina Domínguez es actualmente presidenta de la Fundación Colosio en Veracruz, dirige una empresa de medios de comunicación que opera localmente dos agencias de noticias, Quadratín y Telenews, además de un noticiero de radio, Conexión Veracruz. Antes de ello fue responsable de prensa de las campañas a diputado federal y a gobernador de Javier Duarte de Ochoa, a quien acompañó durante tres años siete meses, primero en la Coordinación de Comunicación Social y luego en la Secretaría Técnica del Ejecutivo.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, ¿cómo evalúas a tus congéneres?
“Antes que nada, mi respeto para las mujeres. Siempre este día se habla de lo mucho que hemos avanzado, de los espacios que hemos conquistado, lo cual es verdad, pero yo creo que el reto mayor que enfrentamos es reconocernos las unas a las otras, apoyarnos y valorarnos en todos los ámbitos; empujar a la compañera para que llegue más alto, no empujarla para que se caiga, no ponerle piedras en el camino, no decir que llegó a donde llegó por ser amante de o cómplice de…”
¿Crees que la balanza aún se inclina hacia los hombres?
“Por supuesto que sí. Vivimos una cultura misógina en todos los sentidos, en todos los niveles y las peores misóginas somos las propias mujeres, las peores enemigas somos nosotros mismas, en ello somos expertas”.
¿Qué significó para ti ser de las pocas mujeres que trabajaron con Javier Duarte de Ochoa?
“Un gran honor, sin duda, un espacio muy intenso de aprendizaje, una tortura por la responsabilidad y los tiempos que nos tocó enfrentar al inicio de este gobierno, y una lección de vida, de las que no olvidas jamás, con la que aprendes a conocer la verdadera naturaleza humana, que no siempre es muy agradable. Yo siempre agradeceré haber estado a su lado. Mi afecto y reconocimiento no tienen fecha de caducidad”.
¿Cuáles fueron los peores momentos que viviste?
Se pone seria, casi adusta y pasa a narrar lo que llamó la época más difícil de su trabajo como servidora pública: “Sin duda fue la muerte de compañeros periodistas, esa especie de maldición que marcó a Veracruz y a este gobierno”.
Dos son los casos que recuerda como si fueran ayer: el crimen de Milo Vela y el de Víctor Báez.
“Ambos eran mis amigos. Víctor tal vez más porque me había tocado convivir profesionalmente con él muchos años, pero a Milo lo había conocido en la campaña y me había demostrado que era un periodista confiable. La primera vez que hablé con él lo hice casi con temor, gozaba de fama bien ganada de ser rudo y directo, y hasta ese día era un crítico acérrimo del entonces candidato priista a la gubernatura. Para mi sorpresa, la charla fue de lo más fluida y hasta divertida, y a partir de ahí concedió el beneficio de la duda a Javier Duarte, siguió siendo crítico, pero aceptaba de buen talante los derechos de réplica”.
“Lo de Víctor fue demoledor, sobre todo porque en reuniones previas ya se había comentado con el grupo de reporteros al que pertenecía sobre eventuales riesgos por la naturaleza de su trabajo. Salvo el caso Regina, todas las víctimas estaban vinculadas a la nota roja. La respuesta siempre fue la misma: no corremos riesgo”.
“El día 14 de junio, a las 22:40 horas, su compañero Amaro marcó a mi teléfono y sin preámbulo alguno me soltó: acaban de llevarse a Víctor unos hombres armados. Se me cayó el alma al piso, lo primero que hice fue dar aviso a Arturo Bermúdez y al procurador Amadeo Flores”.
“Lo más duro de esa noche fue comunicárselo al Gobernador, que en ese momento se encontraba en la ciudad de Córdoba donde había pernoctado luego de una gira de trabajo; recuerdo el enojo, y casi desesperación en el tono de voz. ¿Cómo pasó eso?, preguntaba y recriminaba, para dar de inmediato órdenes para que se procediera como obligaba la situación”.
“Esa noche no dormí, una de las veladas más angustiantes de mi vida. Pasadas las cuatro de la mañana, un mensaje de texto a mi teléfono de uno de los compañeros de Víctor me informó que habían localizado un cuerpo cerca de las instalaciones del Diario de Xalapa, y que se trasladaban hacia allá con la esperanza de que no fuera su amigo y compañero. Un poco más tarde el secretario de Seguridad Pública me confirmó la fatal noticia”.
¿Estaban vinculados con el crimen?
“No puedo afirmarlo, lo que sí creo es que la muerte de periodistas en Veracruz es una lamentable circunstancia que debiera enfrentarse sin prejuicios, sin culpas anticipadas de ninguna de las partes, es lo único que permitirá que no suceda de nuevo”.
“La Comisión de Periodistas fue la respuesta institucional a esta situación, se hizo un enorme trabajo. Quienes cuestionan a la institución no tienen la mínima idea del apoyo que dieron a muchos compañeros, del desgaste emocional, físico y personal que el personal de ese organismo enfrentó; no sólo la violencia en contra de los periodistas, sino la violencia de los periodistas en contra de la Comisión”.
¿Qué es lo que más le ha dolido en su paso por la administración pública y la política?
“Bueno, dolerme, nada. Cuando uno acepta dirigir un área tan complicada como es Comunicación Social, sabes el tamaño del reto, aunque debo decir que la realidad rebasó con mucho a cualquier predicción o idea preconcebida que tenía”.
¿Quiénes son los buenos y los malos en esta trama de relación Gobierno-Prensa?
“Esto no es un tema de víctimas o verdugos, de blanco y negro, en todos los casos hay claroscuros. En lo particular, respeto sobremanera a las mujeres que hacen periodismo o que encabezan empresas de medios, con sus honrosas excepciones, y doy algunos nombres: doña Norma Gib, dona Bertha Malpica y sus hijas, doña Yolanda Roca de Carlín, la señora Elisa Manterola, por hablar de mujeres empresarias”.
“Periodistas como Yamiri Rodríguez, Araceli Baizabal, Martha Meza; las incansables Jazy Meza, Blanca Arroyo, Mónica Camarena, Miriam Gracia; la valiente Hylcia Trujano, y muchas más reporteras que día a día bregan con la calle en búsqueda de la noticia, y luego tienen que retornar a sus casas a hacer de madres, esposas, hijas. Mi respeto para todas ellas”.
“En contra parte, hay algunos periodistas -hombres y mujeres- frente a los cuales tengo significativas reservas, no por ser críticos, sino porque piensan que son poseedores de la verdad absoluta; son jueces y verdugos implacables, no les importa si causan daño a reputaciones, si lastiman a familias, a esposas, a hijos; no confirman los datos que publican, o lo peor y muy frecuente, falsean información de manera intencionada por diversos intereses, por enconos personales, por prejuicios políticos o por intereses económicos”.
¿Por qué te retiraste del Gobierno?
“Fue una decisión personal. Hace año y medio decidí dejar el servicio público y cumplir mi meta de crear una empresa de comunicación seria y profesional. Me invitaron a la Fundación Colosio y acepté porque es un espacio para poder aportar y apoyar al partido”.
“Soy la dueña de mi empresa y batallo como muchos para mantenerla a flote, sufro cada mes para saldar nóminas y gastos, pero me encanta lo que estamos haciendo y tengo grandes planes de trabajos periodísticos; hay personas que trabajan conmigo muy serias y comprometidas con esta profesión”.
“Operamos dos franquicias, las agencias Quadratín y Telenews, la primera pertenece a un gran periodista de Michoacán, Francisco García Davish, un hombre talentoso y gran tipo; y la agencia Telenews, a José Luis Galindo, un hombre conocedor a fondo de las redes sociales”.
“Mi gran apuesta son las redes sociales, el nuevo modelo de la comunicación que tiene un gran potencial y nivel de influencia. También realizamos un noticiero de radio a través de tres estaciones permisionadas que no son mías y que operan sin fines de lucro”.
“En mis tiempos libres me dedico al diseño, capacité a un grupo de madres solteras; monté un pequeño taller y hacemos trabajos diversos; tengo dos cafeterías que llevan operando más de dos años”.
“Soy una mujer con más de 30 años de trabajo ininterrumpido, no soy partidaria de vacaciones; vivo por y para mis hijos. No soy una mujer de fortuna, soy por fortuna una mujer de empuje y propuesta, siempre ando inventando proyectos”.
“Ahora ando en una nueva idea que es impulsar un buen proyecto con Manuel Amado Izaguirre, cronista y oriundo de Xico, quien siempre ha soñado con promover a su terruño; rescatar y restaurar su hermosa, vieja y ruinosa exhacienda, en la que vivieron sus abuelos y en donde creció y vivió muchos años. Su idea es promover el turismo regional, convertir su exhacienda en un centro cultural, crear un espacio para actividades recreativas, impulsar el ecoturismo. Es mi amigo y un hombre encantador que siempre tuvo ese proyecto archivado en su mente y su corazón, y lo voy a apoyar en todo lo que pueda para hacerlo realidad, estamos sumando a más personas a este plan”.
¿Te has sentido impotente ante la vida?
“Muchas veces y más de manera reciente. Entiendo que el paso por la política te marca y te haces de enemigos abiertos u ocultos que intentan a toda costa cerrarte el paso; lo entiendes pero no deja de indignarte y preguntarte por qué las cosas tienen que ser así”.
¿Cómo ves a Javier Duarte?
“Con afecto y reconocimiento. Me preocupa la situación de conflicto que ha vivido recientemente, pero él sabe qué hacer; a veces creo que me odia porque soy entrometida y cuando veo una situación de riesgo me atrevo a informarle. Tengo una comunicación constante con él, y mi relación es de respeto”.
Se asegura que Quadratín es una agencia de Javier Duarte…
“Para nada, es una franquicia como dije antes. Hacer periodismo luego de ser su vocera no es sencillo, hay muchos temas que le incomodan y yo mejor que nadie lo sé”.
“Por convicción propia trato de cuidarlo, no de protegerlo. Que quede claro el concepto cuando digo cuidarlo, pues implica darle el beneficio de la duda ante críticas y ataques. Trato de obtener, muchas veces sin resultado, la versión oficial ante un hecho, que además creo es lo mínimo a que estaríamos obligados los medios y que debería ser tarea diaria de las áreas de comunicación de gobierno”.
“Confieso que he tenido diferencias serias cuando se han manejado temas complicados, pero al final creo que entiende que es la tarea a la cual me dedico ahora”.
Siempre se dijo que eras ruda con los medios y con los periodistas…
“No hay un solo periodista o empresario que pueda verme de frente y decirme que le haya faltado al respeto o humillado, menos aún reprimido. Mi función como responsable de prensa era la operación de medios y operábamos con todos o casi todos y pedíamos un trato informativo equilibrado en los temas que eran importantes”.
¿Te equivocaste?
“Sí. La comunicación pública es muy compleja, pero siempre di la cara, defendí al Gobernador y a su gobierno y enfrenté con temple situaciones muy difíciles; siempre supe qué debía hacerse, no siempre se pudo, por diversas razones”.
¿Cómo ves el futuro del periodismo?
“Yo quisiera que las cosas cambiaran. Que todos los días se hiciera un mejor periodismo; que los medios sobrevivieran de publicidad ganada por la calidad de su trabajo y por la fuerza y tamaño de su audiencia; que acabara la práctica de las venganzas disfrazadas de libertad de expresión; que la libertad de expresión no se sujetara a la oferta y la demanda de los empresarios o de los que trabajan en los medios”.
“Que los reporteros que son los más vulnerables, lograran mejores condiciones laborales, que tuviesen también mayor vocación y compromiso periodístico. Suena a utopía, ¿verdad?, pero soñar no cuesta nada”.
¿Qué te hace feliz?
“Soy feliz y preocupada madre de dos hijos; Valentina, de siete años, que es mi gran impulso y motor, que me alegra el día cuando llego a casa agobiada, agotada o deprimida”.
“Emiliano, un sobrado joven de 18 años que quiere ser abogado, que como adolescente me hizo pasar por momentos complicados y que hoy es un chavo que está empezando a madurar y para quien quiero un futuro de éxitos. Mi monserga diaria para él, es que estudie, que se esfuerce, que se empeñe al máximo para lograr la vida que sueña, que nada cae del cielo”.
¿Cuál ha sido tu momento más triste?
“El día que mi madre murió, hace apenas dos meses. Mis tres hermanas y yo estuvimos al lado de ella en el momento que expiró. Nunca pensé que pasaría, siempre la vi tan invencible, siempre arriba, siempre fuerte, jamás me imaginé sin ella”.
¿Qué les dirías a las mujeres?
“Que luchen, que si caen, se levanten, que hagan a un lado la misoginia de sus jefes, de sus hermanos, de sus esposos, de sus compañeros de trabajo, de sus vecinos; que crean en ellas, que traten de ser felices y que nunca por nada ni nadie dejen que les arrebaten sus sueños y metas”.
“El éxito y la felicidad no son pecados”.